La bioeconomía es una masa: azúcar, papel, etanol, gas, frutas y aceites...

Planta de Ledesma , Jujuy. (Foto Renzo Caorlin).

En el sudeste jujeño se estableció la fábrica de azúcar que todavía da vida a una ciudad y se fueron sumando producciones de papel, bioetanol, biomasa y frutales.La evolución de Ledesma, en Jujuy, es una historia de adaptación a la geografía y a las demandas de energía y del consumo masivo. En constante innovación y cada vez más sustentable con el ambiente.

Autor: Mauricio Bártoli en Clarin Rural - 07/07/2018


Primero fue el azúcar, después el papel, más tarde surgió la posibilidad de generar un combustible alternativo a la nafta petrolera, el bioetanol, algo que recién en la última década se está pudiendo aprovechar bien.

Mientras tanto, más cerca en el tiempo, casi de casualidad, haciéndose cargo de lo que había, empezaron a cultivar frutas, primero para consumo en fresco y ahora también como insumo de aceites esenciales, que tienen un futuro enorme a nivel global tanto para saborizar como para elaborar fragancias.

En medio del proceso, cada vez se hizo más necesario producir con mayor sustentatibilidad, lo que implica no sólo respetar el ambiente, con su flora y su fauna rica y diversa, sino también reciclar lo que durante mucho tiempo se consideró residuo... y hoy es eje de la ecuación económica de la empresa.

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