La estación espacial china: secretos de la base en Neuquén.

Tras las idas y venidas que tuvo el convenio bilateral, el proyecto para explorar la Luna está en funcionamiento pese a las dudas sobre sus objetivos

Autor: Alan Soria Guadalupe La Nacion - 22/08/2018


A 20 kilómetros de la estación espacial china en Neuquén está Bajada del Agrio, un pueblo de apenas 2000 habitantes que ya no es el mismo desde que la potencia mundial se instaló en el medio de la nada y construyó una antena de última tecnología para observar el espacio.

Pese a la "curiosidad inicial" que generó allí el proyecto y a las dudas sobre los fines pacíficos o militares que llegaban desde el debate político de Buenos Aires, en el pueblo hoy mantienen un vínculo cercano con los chinos y afirman que la economía local se activó como nunca.

Las cenas compartidas con los vecinos en las casas del pueblo, las visitas del intendente a la estación espacial, el intercambio de obsequios y hasta la celebración conjunta del Año Nuevo chino cubrieron las sospechas y la incertidumbre con un manto de conveniencia y aceptación mutuas.

El intendente Ricardo Fabián Esparza, de Kolina (el partido liderado por Alicia Kirchner, dentro de Unidad Ciudadana), repite con insistencia que los chinos son "fiables" y que con ellos existe una "relación bárbara", que se nutre con la ayuda de un traductor al que bautizaron Domingo luego de los intentos fallidos para recordar -y pronunciar- su nombre chino. El funcionario cuenta efusivo en diálogo con LA NACION que visitó la estación incontables veces, que los técnicos tienen una residencia amplia allí, un gimnasio con cancha de básquet y hasta mesas de ping-pong.


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