Víctor Trucco, un hombre de su tiempo y de todos los tiempos.

Víctor Trucco, primer presidente de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid).

Uno de sus discípulos dilectos rescata frases históricas del primer conductor de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa, y así logra un inmejorable reflejo de su liderazgo especial.

Autor: Gustavo Grobocopatel - Especial para Clarín Rural. - 12/07/2019


Victor Trucco fundó AAPRESID, junto a otros productores innovadores, y fue su presidente durante los primeros 15 años de vida, su alma y su cerebro. Su estilo de liderazgo fue creativo, generoso, integrador y articulador. Un lider luminoso. La organización, con su impulso, se transformó en un vigoroso motor de la revolucion agricola argentina.

Las palabras, sus discursos, sus correos nos siguen hablando: “AAPRESID es exitosa porque le permitió mejorar la economía de los productores y lo pudo hacer, porque con las innovaciones que surgieron de este grupo de pioneros, se pudo mejorar la productividad de la tierra y de nuestro trabajo”. AAPRESID cambió paradigmas, innovó; pero antes se “Dio Cuenta”. Se dio cuenta de que el mundo había cambiado. “Nos dimos cuenta, mirando el mundo, aprendiendo, adaptando y hoy creo con toda modestia, que podemos decir que hemos superado a nuestros maestros. Esto no lo digo por entusiasmo patriota, lo digo porque creo que si las cosas se hacen bien, salen bien”.

Con el tiempo, los congresos de Aapresid, donde Víctor ponía su máxima energía, se transformaron en un mega think tank desde donde se pensó y ejecutó esta nueva revolución de las pampas. Especialmente se preocupó en la formación de líderes desde el Instituto de Capacitación; los jóvenes que formó hoy ocupan diversos lugares en el sector público y privado.

“Aapresid no es una entidad que persiga fines políticos, no pretendemos desgastar ni apoyar a ningún partido político, pero tenemos ideas, las empleamos y las difundimos, hacemos lo que pensamos y desearíamos ser escuchados y, si nuestras ideas son útiles, llevarlas a la práctica, con el gobierno que sea: el actual o el que venga. Que lo haga el que tiene la responsabilidad de gobernar. Como hemos repetido: “preferimos aprender a tener razón”.

Lo desvelaban no solo las innovaciones tecnológicas como la siembra directa o la biotecnología, donde fue un impulsor apasionado, sino también los problemas respecto de cómo la sociedad piensa y funciona. “La sociedad actúa de acuerdo a paradigmas, formas de pensar. Los paradigmas actuales de los dirigentes argentinos, que la población en alguna medida comparte, no han sido demasiado adecuados dados los resultados obtenidos”.

“La sociedad del conocimiento impone nuevos paradigmas, necesitamos reconocerlos y actuar de acuerdo a ellos. Es allí donde se plantea el “modelo criollo de sociedad del conocimiento”, que tiene que ver con el como nos adaptamos a este proceso, seguramente en la medida que incorporemos a este proceso los conocimientos a partir de nuestra cultura, nuestras ventajas comparativas, aprovechando nuestras fortalezas, es de este modo en que podemos hacer un aporte al mundo y a su vez aprovechar esta oportunidad. Esta actitud creo que requiere el aporte multidisciplinario y multisectorial, una convocatoria no solo a la política, sino a los intelectuales, a los artistas, los empresarios, los trabajadores, etc”.

Otro de los temas que lo desvelaban fue la comunicación como medio para armar procesos colectivos: armó la Fundación Darse Cuenta. “Creo que tenemos que ser cuidadosos en la forma de decir las cosas, estoy de acuerdo. Tenemos que esmerarnos en elegir las palabras, en no ofender, etcétera, pero no tenemos que cambiar las ideas, nos estamos traicionando. Tampoco le tenemos que tener miedo a las ideas, cuando la proponemos con la intención de ayudar a que las personas de buena fe se den cuenta. Esta en las personas desarrollar una capacidad para distinguir lo verdadero de lo falso. A esta capacidad la podemos llamar: “Darse Cuenta”.

Victor protagonizó numerosos debates, su palabra comprometida, sin ataduras y apasionada le genero varios sinsabores. “Estoy de acuerdo que hoy no existe ningún país, que tenga un mercado totalmente libre, los gobiernos de una u otra manera tratan de intervenir protegiendo sus mercados y aumentando la competitividad de sus empresas para exportar. Pero lo que no estoy seguro es que esa sea la fortaleza de su economía, sino su debilidad. Porque esas protecciones siempre terminan protegiendo a determinados grupos económicos, a costa de los consumidores que deben renunciar a menores precios o a mejores productos.”

Sigo dejando hablar al Victor apasionado y comprometido. “En los últimos tiempos, nos hemos tenido que morder los labios, para no responder tremendas falsedades… Ya no me puedo morder los labios. Me explota el corazón”.

“No somos ambientalistas por definición, somos ambientalistas por acción. No somos ecologistas por moda, somos ecologistas por interés, vivimos de la naturaleza, de sus secretos. No vivimos del activismo, vivimos de nuestro trabajo. Controlamos la erosión, promovemos el secuestro de carbono y el uso de biocombustibles, el uso sustentable de los insumos y la rotación de los cultivos; nos preocupa la biodiversidad, el control integrado de plagas y el balance de nutrientes.” “Nuestra debilidad son los complejos, la falta de confianza, el pesimismo, no creer en nosotros mismo. La falta de decisión sobre lo que depende de nosotros, sin pedir permiso, sin comprar argumentos ajenos. Si tomar decisiones propias nos trae problemas, serán los inconvenientes de nuestro protagonismo y no los de indiferencia o la indefinición ; serán los del progreso y no los del atraso. Superarlos será avanzar, no resistir. Entiendo que como país debemos dejar de titubear, incorporar las innovaciones científicas, sin retraso, con entusiasmo, sin miedos. Debemos derrotar al peor enemigo: nosotros mismos.”

Victor es un hombre de su tiempo y un hombre de todos los tiempos.