El gobierno rechaza la innovación en el agro.
En el enfrentamiento con el campo, el gobierno no tiene límites y dispuso castigar al modelo más exitoso de aumento de producción a pesar de las políticas implementadas a partir del 2006.
Autor: ARTURO NAVARRO - 30/04/2011
Atacar la biotecnología, la siembra directa y las modernas gestiones empresarias, funcionando en redes y en clústers regionales sin ningún apoyo público, es atacar el sistema de producción y de transformación más eficiente y competitivo que le permitió al país salir de la crisis, en base al aumento de la producción con rotaciones de cultivos y el cuidado del medio ambiente en base a buenas prácticas agrícolas, modelo que es copiado en muchos otros países.
Esta es la principal conclusión de la lectura del Manual de Educación Ambiental lanzado recientemente por el Ministerio de Educación y la Secretaria de Medio Ambiente, para ser distribuido a docentes y alumnos en los tres niveles de todas las escuelas del país, en el cual se pretende endilgar como atrocidades lo que está haciendo el sector agropecuario con el uso de la tierra, el medio ambiente y con las producciones.
A confesión de parte, relevo de pruebas. El gobierno nacional con dicho manual resolvió rechazar la actual innovación en el agro y decidió hacerlo por intermedio de la educación para que el mal sea mayor y a más largo tiempo. Al tomar de rehenes a los estudiantes sembrando esta idea en todos los niveles educativos, pretende rechazar el avance de la biotecnología y sacar al país de la competencia internacional también en este rubro. Sobre llovido, mojado: a la oposición de la dirigencia agropecuaria, que se niega al pago de la regalía por un sistema moderno por el uso de semillas genéticamente modificadas, para poder desarrollar esta industrial nacional, ahora se agrega el rechazo liso y llano al uso de la semilla OGM desde el ámbito educativo.
Pretende convencer a la sociedad deformando la realidad y con un sesgo extremo de ideología. Que haya que volver a la siembra convencional es realmente un despropósito y un sacrilegio intelectual al hacerlo desde el ámbito de educación. Hay que asumir que el mayor costo lo pagaran principalmente los pobres y el conjunto de la sociedad por la caída de producción de alimentos que provocara la estrategia del gobierno contra el sector.
Lo que debería hacer el gobiernos si realmente le preocupan los pobres, los indigentes y los desnutridos - muchos de los cuales mueren en el país y en el mundo por falta de alimentos y mala distribución de la riqueza- es promover que este sistema de producción se generalice en todo el país y ejercer sin claudicación la función indelegable de hacer cumplir las legislaciones vigentes a niveles provinciales y nacional para evitar los desvíos que han ocurrido en la ampliación de las fronteras agrícolas.
Todas las tecnologías usadas, como la metodología de trabajo desarrollada, están aprobadas y respaldadas con el aval de la mayoría de las Universidades, del Conicet, del Senasa y el INTA. Las mismas normas y productos están reconocidas - como no podría ser de otra manera - antes por todos los organismos internacionales, motivo por el cual los alimentos producidos en el país son recibidos sin ningún condicionamiento en todos los mercados del mundo. La gran mayoría de los países aceptan los organismos genéticamente modificados porque asumieron que es la única forma para producir mayor cantidad de alimentos, de mayor calidad y más baratos, para poder alimentar el crecimiento sostenido de la demanda de los países subdesarrollados.
Que contra sentido depara la política y los intereses de coyuntura. Desde hace mucho tiempo desde el sector agropecuario veníamos bregando para que en la curricula del texto de educación del país se incluyera al sector agropecuario y a la agroindustria que hoy no están mencionados. La idea era que los alumnos se educaran sabiendo que vivían en un país agrícola ganadero, qué representa dicho sector en la economía y de esa forma pudieran dimensionar su importancia al depender todas las actividades en forma directa o indirectamente del sector. Hoy nos encontramos con la novedad de que se les va a enseñar a los alumnos que el sector con el actual sistema de producción es el responsable de la destrucción de los suelos, de los montes, que estamos envenenando al consumidor y que la solución es volver al sistema antiguo de producción, porque la siembra tradicional es mejor aunque genere menor producción, más puestos trabajo aunque ganen menos y alimentos mas ecológicos aunque sean más caros para que lo puedan consumir solamente los más pudientes.
La concentración del cultivo de soja de un 66% del área agrícola es responsabilidad exclusiva de las falta de políticas de estado que den previsibilidad al productor. Esto no es exclusiva responsabilidad del oficialismo, si analizamos las propuestas para el sector de la gran mayoría de los políticos y alguna dirigencia agropecuaria. Entre todos los cultivos, la soja es el que menos insumo por hectárea necesita y quedó al margen de las garras del estado con sus intervenciones, al no tener incidencia en los precios de la canasta familiar. Además, el 35% de derecho de exportación fue el ingreso fundamental e imprescindible que tuvo y tendrá el gobierno para poder sostener la actual gestión económica, motivo por el cual el gobierno con este manual muestra otra vez un doble discurso.
Por todos estos argumentos, me atrevo a afirmar nuevamente que la presidente de la Nación está mal asesorada, motivo por el cual debería rectificar su decisión y retirar este manual de circulación en forma urgente, por atentar contra los intereses de todos los argentinos. Por la información que tengo el Ministro de Agricultura no fue consultado y puede ser un asesor importante para que la presidente Fernandez de Kirchner subsane este grave error.
Profundizar el modelo debería ser defender lo que funciona bien para los intereses de todos los argentinos y dejar de lado todo lo que frena nuestra capacidad emprendedora en el complejo agroindustrial, para poder colocar una mayor cantidad de alimentos en las góndolas de los mercados del mundo. Con solo volver a la situación de finales del 2006 estaríamos retomando nuestra capacidad para poder aumentar la producción en el actual contexto internacional.----------------