Eliminar retenciones no aumenta el precio de los alimentos
Como ocurre siempre en toda economías dirigistas, los que fueron beneficiados tienen la obligación de salir a defender la política del gobierno porque es un compromiso.
Autor: ARTURO NAVARRO - 08/08/2010
Pero lo más sorprendente en esta oportunidad es que los
referentes de casi todas las cámaras específicas que han
recibido subsidios del ONCCA salieron en forma unánime y con los
mismo argumentos a describir las desventajas de eliminar
retenciones.
Ocurre cuando está en pleno debate un legítimo reclamo de todo
el complejo agroindustrial, del cual dichas cámaras son parte, y
de todo el interior, queriendo asustar a toda la sociedad.
Se pretende asustar al afirmar que la eliminación de los
derechos de exportación provocará un aumento de precio desmedido
de los alimentos.
Ante la actual situación de la economía hay que dejar la
obsecuencia y decir la verdad de lo que ocurre con cada
estructura de costo de las cadenas de valor agroindustriales.
La inflación generalizada de todos los insumos de la
estructura de costos es la principal responsable del aumento de
los precios y no se va a frenar manteniendo los
derechos de exportación, limitando la producción y la actividad
en el país.
Ha quedado demostrado nuevamente que la reimplantación de los
derechos de exportación fue nefasta para el país.
Los alimentos subieron, las producciones cayeron, se redujeron
las exportaciones, se concentró la riqueza, provocó la
desaparición de muchos productores y aumentó el nivel de pobreza.
Mientras tanto el país se convirtió en exportador solamente de
los saldos y dejó de ser un abastecedor previsible en el mercado
mundial.
De no haber existido derechos de exportación y haber tenido
políticas de Estado previsibles, todos estos parámetros serían
positivos porque el país en vez de producir 100 millones de
toneladas de granos, estaría produciendo 120 o más.
Mucha de la materia prima habría sido transformada en sus
lugares de producción y exportada con mayor valor agregado por
las mayores inversiones que se hubieran realizado para
acompañar dicho crecimiento.
Los países que progresaron no gravan las exportaciones con un
impuesto: lo hicieron incentivando las transformaciones
eficientes y competitivamente, premiándolas con reintegros al
producto terminado que exporta con valor agregado.
Quienes trabajan para abastecer el consumo interno deben
hacerlo integrando horizontal y verticalmente el ciclo completo
y de esa forma bajarán sus costos para una mayor competencia.
Por lo cual nuestros empresarios no pueden seguir
pretendiendo que el sector agropecuario subsidie con derechos de
exportación los alimentos para el consumo interno y para la
exportación como quieren justificar las cámaras específicas con
argumentos retrógrados.
Las modificaciones al Código Aduanero y los derechos de
exportación son un tema de coyuntura y no menor.
Tiene que ver con las políticas que va implementar el país
para integrarnos competitivamente con el mundo e incluyen
innumerables posiciones arancelarias que hay que tener muy en
cuenta si se quiere promover una economía bien competitiva con el
mundo, defendiendo la transformación del producto original en el
país.
Cuando se pide la eliminación de los derechos de
exportación en girasol y soja hay que tener en cuenta la
necesidad de mantener el diferencial arancelario de dos y tres
por ciento respectivamente para evitar que siga aumentado la
exportación de poroto sin elaborar porque es la estrategia futura
de China.
AN/DP
Buenos Aires, 8 agosto (Especial para NA por Arturo Navarro*)--
(*) Consultor. Ex presidente de CRA y CARBAP.
NA 2010-08-08 09:48:31