Censo Nacional Agropecuario 2008. Consideraciones sobre el comunicado de prensa del INDEC
Durante el mes de enero del año 2007 y después de varios meses de una etapa crítica llena de incertidumbre, tuvo lugar en el Instituto Nacional de Estadística y Censos (el Indec) una intervención explícita para alterar los procedimientos y metodologías en el cálculo del IPC.
Autor: OSVADO BARSKY - 21/09/2009
Poco tiempo después, ocurrieron modificaciones similares en otro conjunto de indicadores vinculados al nivel de actividad, el mercado laboral, los servicios públicos, la construcción, las encuestas económicas, las encuestas a hogares. Este proceso abarcó la totalidad de los sectores del organismo dando como resultado que, en la actualidad, ningún dato o indicador difundido por INDEC es confiable.
A la grave situación descripta se le suma un aspecto adicional que caracteriza también a la lógica institucional actual del INDEC: Los datos e indicadores que, por motivos desconocidos, no son difundidos o lo que es aún peor se esconden o tergiversan confundiendo a los usuarios y dando lugar a interpretaciones erróneas. Esta es la situación del Censo Nacional Agropecuario 2008, censo que generó mucha polémica y reiterados pedidos de postergación desestimados por las actuales autoridades.
A dieciséis meses de su precipitada salida a campo y con un cronograma que prometía un trabajo de campo de un solo mes, los resultados del censo siguen siendo una incógnita. El comunicado de prensa difundido el 28 de agosto, en el cual se presentan los resultados disponibles acotados a su cobertura territorial y superficie de las Eap censadas al 24 de agosto de 2009, no hace más que confundir y tratar de enmascarar el fracaso del operativo.
El cuadro 1 del comunicado sintetiza las fechas de inicio del operativo. Sólo tres provincias salieron a campo el 2 de junio (fecha en la cual se iniciaba formalmente el operativo el cual debía finalizar el 30 de dicho mes). Las provincias restantes fueron incorporándose paulatinamente durante los meses de julio, agosto, septiembre hasta el 13 de octubre. Es decir, que el período de inicio del operativo llevó cuatro meses y once días, período que es mayor aún de lo que razonablemente debería durar un operativo de campo en Argentina y que fundamentalmente viola uno de los principios metodológicos básicos: la simultaneidad temporal.
El cuadro 2 sintetiza la cobertura territorial según la situación de los segmentos censales, que constituyen el área de trabajo asignada a un censista. Aquí hay que destacar que el total de segmentos del país (equivalente a la totalidad de censistas) fue de 6369, con una carga de trabajo muy baja para que el censo fuera completado en un solo mes de trabajo. El criterio simplista de: cuantos más censistas mas rápido terminamos, evidencia otro aspecto del desconocimiento de premisas básicos en la planificación de censos agropecuarios, junto al poco cuidado en la asignación de recursos humanos y financieros. A título comparativo, en el censo agropecuario 2002 participaron 2780 censistas, con una carga promedio de 120 explotaciones agropecuarias por censista. En este mismo cuadro se subdividen los segmentos en cerrados, abiertos y pendientes dando lugar a una confusión: en estadística los segmentos cerrados y/o abiertos corresponden a unidades territoriales utilizadas en los diseños muestrales por áreas. En este caso, estamos en presencia de segmentos finalizados (cerrados) y pendientes. La aclaración de la nota al píe de cuadro en la cual se distingue entre los segmentos “abiertos y pendientes” es absolutamente inadmisible. Teniendo en cuenta estas aclaraciones, en el total del país falta relevar prácticamente el 30% del total de los segmentos, relación que en algunas provincias, como en el caso de Buenos Aires, es aún mayor ya que asciende al 40%.
El cuadro 3 totaliza la cantidad de Eap por provincia y la superficie agropecuaria total con una serie de llamadas en los datos de algunas provincias: en Buenos Aires, Córdoba y Rio Negro la llamada aclara que “aún realizan actividades en campo” mientras que en Corrientes la llamada señala que “el operativo censal abarcó sólo una parte del territorio provincial”. Estas aclaraciones, así como la mención en la página 10 del comunicado que “Se ha dispuesto el cierre del operativo el día 30 de setiembre de 2009. No obstante, antes y después de dicha fecha continuarán realizándose actividades complementarias dirigidas a mejorar la cobertura censal” son una evidencia más del escaso rigor metodológico del operativo.
Si la segmentación preveía una carga aproximada de 50 Eap por censista para que el operativo de campo tuviera una duración de un mes ¿Cómo es posible sostener que a dieciséis meses de iniciado el operativo se ha logrado una cobertura parcial? ¿Qué medidas se han puesto en marcha para subsanar tal omisión? ¿Cómo va a compatibilizarse información que podría superponer producciones agrícolas de tres campañas sucesivas la 2007/2008 (el período de referencia del censo), la 2008/ 2009 y la recientemente iniciada 2009/2010? ¿Podrán compararse los datos puntuales que se refieren a una fecha de referencia tan lejana como el 30 de junio del 2008?
El cuadro 4, en el cual se comparan los resultados del censo con el censo 2002, es otro indicador de la falta de rigor estadístico que induce a interpretaciones erróneas. No es posible comparar ambos datos debido a que el censo 2008 aún está en campo y por la falta de cobertura territorial; menos aún relacionarlos calculando porcentajes. ¿Qué significa que en la provincia de Mendoza la superficie censada fue del 137,4 % en relación al censo del 2002 mientras que las Eap censadas representaron el 79,1 %? Por el contrario, en el otro extremo ¿Cómo debe interpretarse la situación de la provincia de Corrientes con porcentajes del orden de 53,3 y 33,8 % respectivamente?
En los últimos cuadros del comunicado se detallan una serie de aspectos netamente operativos, relativos a la situación de importantes porciones de áreas agropecuarias no censadas por diferentes motivos. Sin embargo, nada se menciona sobre la existencia de alguna acción para solucionar tales problemas. La superficie total no censada, junto a la sin información y otros destinos suma un total de 31.759. 000 de hectáreas, lo cual supera al total de la superficie agropecuaria de la provincia de Buenos Aires.
Por último hay que destacar que todo operativo censal prevé disponer de resultados preliminares, poco tiempo después de finalizado el operativo. Dichos resultados se elaboran a partir de una serie de planillas resumen diseñadas a tal fin, completadas manualmente por censistas y supervisores, cuyo procesamiento se efectúa de forma inmediata no bien finalizo el trabajo de campo. En el caso de un censo agropecuario, dichos resultados preliminares deben informar sobre la cantidad de Eap y la superficie agropecuaria total pero también sobre la superficie implantada por grupo de cultivos: como cereales, oleaginosas, industriales, frutales, la superficie bajo riego, las existencias ganaderas por especie o alguna otra variable agregada definida durante la planificación del operativo. Por alguna razón desconocida, el comunicado de prensa se restringe a presentar información sobre la cobertura territorial y la cantidad de Eap relevadas, pero no presenta ninguna información referida a variables productivas que puedan dar cuenta sobre la validez y calidad de los datos relevados.