¿Y si pensamos en el largo plazo?

El marco ideal para tener un Estado eficiente que cuente con recursos genuinos y pueda atender a los más necesitados con políticas sociales específicas y eficientes es el siguiente:

Autor: ARTURO NAVARRO - 13/03/2008



   
   
   
   
   Los recursos aumentan porque el productor recibe íntegro el precio de su trabajo determinado por el libre funcionamiento de los mercados. Mucho mejor si se fijan en un marco previsible y sustentable, en el funcionamiento pleno de todas las instituciones de la Republica y con reglas de juego iguales para todos los sectores de la economía nacional.
   
   El párrafo anterior no es un principio teórico: es el camino que eligieron los países más exitosos en los que existe el más alto nivel de vida para sus habitantes. Todos los debates ideológicos terminan cuando los que menos tienen viven cada día mejor.
   
   Por todo esto no hay una explicación racional en las últimas medidas tomadas por el gobierno nacional que dispone quedarse con casi el 50% del valor bruto de la cosecha del principal cultivo argentino como es el caso de la soja. Con el otro 50% restante, el productor tiene que atender todos los gastos de implantación, protección del suelo, recolección y de transporte del 100% de volumen cosechado. Démosle a esta política cualquier nombre: significa, lisa y llanamente, una apropiación directa de bienes al sector agropecuario.
   
   En pocas palabras: los burócratas del ministerio de economía han determinado una escala fija de ingreso para el productor por cuatro años, sin tener en cuenta los costos, que se modifican permanentemente porque el pais sufre un espiral inflacionario de 25% anual.
   
   El problema no es solo del gobierno sino, también, de la dirigencia agropecuaria. Deben dejar de mirar el corto plazo y pensar en un proyecto ambicioso que no se agote en una cosecha y que incluya la idea en la cual estén incluidos todas las regiones y sus pobladores. Es cometer un error irresponsable –una nueva utopía- actuar como si la Argentina pueda desarrollarse dependiendo solo de los buenos precios internacionales de las materias primas. Se necesitan políticas de Estado para hacer previsibles las inversiones en el largo plazo.
   
   La principal politica de Estado que hay que discutir y consensuar es una nueva ley de coparticipación federal y una reforma impositiva moderna basada en los tres principios de la tributación: pagar por lo que se gana, por lo se gasta y por lo que se tiene.
   
   Un país que aspire a salir del subdesarrollo no puede estar permanentemente manejado con regímenes de emergencia. Como su nombre lo indica, las retenciones a las exportaciones pueden haber servido para una emergencia, pero no pueden ser un instrumento de política permanente.
   
   La Estado tiene que recuperar la potestad de cobrar todos los impuestos a todos los contribuyentes que legítimamente tengan que pagarlos.
   
   Pero el gobierno y las entidades no deben olvidar una de las peores costumbres nacionales:
   
   La experiencia histórica argentina indica que cuando un impuesto (retención) es transitorio se renueva todos los años y cuando un impuesto (retención) se transforma en coparticipable, ese impuesto compró una prima de seguro para que jamás sea derogado.