La carne por cortes, conviene
El autor asegura que para lograr el desarrollo de la cadena de ganados y carnes, una propuesta superadora sería que "todos los frigoríficos comercialicen por cortes realizados en las mismas plantas de faena". Así, "atenderán a cada barrio con el corte que más demande y a un costo más barato", afirma.
Autor: ARTURO NAVARRO - 17/11/2007
El argumento de algunos protagonistas de la cadena de ganados, de que la carne en mostrador se va a encarecer si se comercializa por cortes, es falso. Siguen pensando sólo en el corto plazo y carecen de una visión más amplia. No puede haber posibilidad de cambio en las políticas de ganados y carnes si pensamos solamente en el mercado interno.
¿Tenemos la capacidad de cambiar nuestra forma de pensar e implementar políticas para el sector ganadero como lo hicieron los países exitosos? Ellos se abrieron al mundo y exportaron las carnes de mayor valor. De esa forma vamos a poder recuperar el prestigio que teníamos como principal exportador de carnes -tanto en calidad como en cantidad-, porque están dadas las condiciones externas para cumplir en pocos años con esa meta. Cuanto más cantidad de carne de alto valor exportemos, mayor será la cantidad de carne que habrá -para el mercado interno- de los doce cortes populares. A su vez, aumentará el ingreso de divisas por la mayor cantidad de exportaciones para que el Estado implemente las políticas sociales para los más necesitados, sin necesidad de interferir en los negocios empresarios.
Toda industria frigorífica en el mundo necesita una determinada escala y reglas de juegos equitativas y previsibles para poder funcionar. El doble estándar sanitario que existe en el país no permite cumplir con estas condiciones, porque fomentan la competencia desleal entre los que cumplen con la ley y quienes no lo hacen, al evadir las normas sanitarias y fiscales. En el país existen 490 frigoríficos, pero sólo 90 están autorizados para exportar. Esto significa que 400 faenan sólo para el consumo interno y, en algún momento, deberán reformularse para poder trabajar con el estándar sanitario mínimo que les permita también exportar.
La media res tiene 30 subproductos. Los frigoríficos chicos y alejados de los grandes centros de consumo, muchos de esos cortes no los pueden aprovechar o son vendidos a un valor muy bajo. Esta gran atomización de las plantas de faena, la falta de escala y de eficiencia en los aprovechamientos del total de la media res, es otro mayor costo que se tiene que cargar la carne al mostrador.
Una propuesta superadora sería que todos los frigoríficos comercialicen por cortes realizados en las mismas plantas de faena. Actualmente, los frigoríficos exportadores mandan los cortes de mayor valor al exterior y atienden el consumo interno con el resto. La propuesta no implica que cierre ningún frigorífico, implica que todos los frigoríficos funcionen con el mismo estándar mínimo -para la exportación y el consumo interno-, empaquetando todos los cortes para ser distribuidos en los negocios que estén dispuestos a aceptar las nuevas condiciones de comercialización. Así atenderán a cada barrio con el corte que más demande y a un costo más barato, porque todo el proceso de comercialización será más eficiente, con una mayor calidad sanitaria y porque todos lo operadores pagan sus impuestos.
La política populista de "carne barata para salarios bajos" que se estableció en el país desde hace muchos años ha impedido realizar las inversiones necesarias para desarrollar una industria con escala que permita bajar los altos costos fijos y recuperar una mayor competitividad en forma permanente. Esta es una de las principales causas de la venta de frigoríficos a los grandes grupos extranjeros, porque son los únicos que en el contexto actual pueden invertir: ven el negocio a muy largo plazo y a nuestro país en un rol estratégico como principal proveedor por calidad y cantidad; saben que estamos en condiciones de producir y exportar "una carne con marca propia". El negocio de ellos no es la cuota Hilton.
El negocio a futuro del país es poder exportar el 50% de nuestra producción a los mercados de gran poder adquisitivo como son EE.UU. y Canadá, para poder entrar después en Japón y Corea si cumplimos con todas las condiciones de esos mercados.
Brasil pasó, en 30 años, de tener un stock de 50 millones de cabezas de ganado a 178 millones, convirtiéndose, en la actualidad, en el primer exportador mundial de carne de todo tipo, con sólo 4 mil toneladas de Cuota Hilton. Mientras tanto, nosotros nos estancamos en el mismo stock durante el mismo período, y fuimos desplazados al sexto lugar como exportador de carne, sólo con 500 mil toneladas en el año 2006. Uruguay nos superó con 550 mil toneladas y se ubicó en el quinto lugar (Australia es el segundo, Nueva Zelanda el tercero y la India el cuarto).
Quienes piensen conducir los destinos del país, deben saber que para poder hablar en un proyecto de desarrollo rural moderno y genuino que contengan la emigración rural a los grandes centros urbanos, el proyecto no puede dejar de incluir un política de estado para integrar las producciones de carnes -vacunas, porcinas y aviar-, complementadas con la producción de granos y la transformación en biocombustibles, principalmente en todos las zonas extrapampeanas hacia donde está siendo desplazada la ganadería al ampliarse la frontera agrícola.
Este nuevo escenario productivo tiene una mayor distancia a los grandes centros de consumo y la exportación, motivo por el cual hay que optimizar los costos de fletes con frío. Esto va a determinar la posibilidad de reubicar plantas en los lugares de producción de carne para hacer todo el proceso de faena y de industrialización en la región, promoviendo una acción geopolítica que debería ser la base fundamental de una política de ganados y carnes para el país. Haciéndolo por cortes, bajaría sustancialmente el valor del flete, porque cada corte va directo a su destino final y los excedentes de la media res irían en transporte general más económicos.
La carne producida en el país es muy barata. Se encarece por toda la intermediación antes de llegar al mostrador. Para hacer un balance objetivo si la carne se encarece o no por venderla por corte hay que incluir el costo que tiene la evasión de impuestos en el sistema y para el país. Todas estas son razones por las que hay que modernizar, sin más demoras, todo el sistema de comercialización de la cadena de ganados y carne para abaratar su precio en el mostrador. Al mismo tiempo se planificaría un desarrollo rural moderno integrando todas las producciones y regiones del país con la transformación de granos en carne de todo tipo en todas las nuevas zonas productoras del país como un complemento de la transformación de granos en biocombustibles. t