Admision temporaria de soja y girasol

Quiero hacer mi aporte al debate que se ha generado por la importación temporaria de materia prima para ser industrializada en el país y reexportada después con mayor valor agregado.

Autor: ARTURO NAVARRO - 09/09/2006


. Primero que nada corresponde aclarar para quienes no conocen que es un mecanismos vigente y necesario en cualquier país exitoso, con economía abierta al mundo que exporta y importa permanente, única forma de que su economía se mantenga siempre competitiva para todos los sectores del país. Este es el sistema que le permitido a muchos países crecer, a pesar de no ser productores de la materia prima principal que procesaban, pero tuvieron la capacidad de desarrollar sistemas, en base al conocimientos, mas eficientes para agregarle valor que mejoraban sus condiciones relativas con sus competidores.
   
    La resolución que actualmente rige en la Argentina - es similar con la otros países pero distorsionada por la aplicación de las retenciones a la exportación- la admisión temporaria no permite por un problema de liquidación fiscal de la operación, ingresar los granos de soja y girasol que vienen del Paraguay, Brasil y Bolivia por la hidrovía Paraguay-Paraná para ser transformados en aceites y harinas, porque su resultado fiscal es negativo, cuando se cierra las operaciones de exportación de los dos subproductos (aceite y harina o pellets).
   
   La reimplantación de las retenciones a la exportación ha distorsionado estos mecanismos de admisión temporáneo, muy exitosos para compensar el faltante de materia prima de las industria, que funcionaron muy bien en el período 1997-2001, en el cual existía solamente el diferencia arancelarios del 3.5 % y reintegros a la exportación por los productos elaborados como una política muy agresiva para incentivar los procesos de transformación en el país.
   
    Nunca se escucho un reclamo sobre este mecanismo hasta febrero del 2002 fecha que se implanto este impuestos distorsivo de las retenciones a la exportación. Tampoco surgió hasta esa fecha ningún problema para liquidar los impuestos del valor agregado a esa materia prima. Es un mecanismo que permitió planificar la industrias aceitera sobre el Rió Paraná pensando en el aumento que se iba produciendo en la producción nacional, en captar la producción de soja y girasol de los países ubicados arriba del Paraná y que tiene fundamental importancia en la necesidad de seguir en la profundización del calado de la Hidrovia a mas de 34 pies actual, para bajar el costo argentino.
   
    Hoy los reintegros a la exportación están eliminado, mientras nuestros importadores- China especialmente- ponen todo tipo de barreras paraaracelarias para evitar que llegues productos elaborados de nuestro país. Le recomendaría a la dirigencia leyera detenidamente un trabajo del INAI donde esta muy bien explicado lo que esta haciendo nuestro principal importador. Por otro lado cuestionar en este debate el tema del diferencial arancelario cuando tenemos retenciones a la exportación de 20% y una brecha cambiaria del 30% para comprar nuestros insumos me parece un reclamo extamporanio. Primero debemos eliminar todo lo otros impuestos por exportar y después definir cuales deben ser los mecanismo para defender los procesos de transformación de la materia prima que se realizan en el país, salvo que estemos de acuerdo de exportar solamente materia prima.
   
    La actual metodología convierte en inoperable el sistema, precisamente en momentos en que el país cuenta con mayores niveles de actividad fabril sin capacidad de poder usar porque no alcanza la producción propia y es necesario importa la soja que baja por el Rió Paraná de Paraguay, Bolivia y Brasil por los efectos multiplicadores que ello representaría para toda la economía nacional.
   
   La esencia del régimen que es preciso modificar consiste en que la tributación que corresponde aplicar grave solamente el valor agregado local y no los insumos importados temporariamente. Esto resulta simple en el caso de un insumo con el cual se obtiene un único producto a exportar; pero para los casos en que en el mismo proceso se obtiene más de un producto elaborado (aceite y harina o pellers), como ocurre en la industria aceitera, resulta necesaria la aplicación de un mecanismo que permita asignar adecuadamente el valor del insumo importado a los productos obtenidos por transformación industrial.
   
   Esto se debe a que la metodología aplicada no contempla que ambos productos resultan del mismo proceso productivo; por lo que no es lógico calcular la base imponible sobre cada co-producto en manera individual.
   
   En síntesis, la propuesta de solución consistiría en modificar la metodología de cálculo de la base imponible de los derechos de exportación que gravan el valor agregado, sumando los valores de los dos productos que se exportan y descontando del total el valor CIF del insumo importado. O sea: Base Imponible = Valor Harina + Valor Aceite - Valor Soja Importada - Merma.
   
   Entre los fundamentos principales del sistema que estoy defendiendo puedo mencionar lo siguiente:
   
    -El crecimiento de la producción de grano en todas las zonas lindantes al afluente del Alto Paraná va a potenciar la necesidad de mejorar las condiciones de navegación de la Hidrovía hasta Corumbá.
   
   -Hoy la producción que baja por la Hidrovía Paraguay-Paraná es de 2,5 millones de toneladas con destino a China y Europa en donde serán procesados. Al mismo tiempo las proyecciones de producción de la soja paraguaya, boliviana y brasileña dan cuenta de un crecimiento sostenido para varios años. Una política nacional bien planificada sería aprovechar toda esa producción primaria y elaborarla en fábricas argentinas para reexportarla con valor agregado realizado en el país.
   
   
   -Actualmente, del volumen que baja por el Paraná, ingresan por el régimen de importación temporaria unas 700.000 TM de soja a las cuales se les da solo el servicio de elevación (traspaso de barcazas a buques) para su transporte marítimo, sin hacerle ningún tipo de transformación industrial.
   
   -La actual capacidad de procesamiento es de 45 millones de Tm. anuales de granos oleaginosos en tanto que la disponibilidad de los mismos (producción menos exportación) oscila entre 33 y 35 millones de Tm. Para poder aprovechar el excedente que tendrán las fábricas, la importación temporaria de Paraguay, Bolivia y Brasil es fundamental para bajar los costos fijos y hacer más competitivas las diferentes actividades del Complejo Oleaginoso.
   
   La dirigencia en general del país tiene la obligación de mirar este tema con una visión de política nacional y no sectorial. La alternativas es que el aumento de la capacidad instalada se instalen en el Uruguay y después salgamos a reclamar como esta ocurriendo con las papeleras. La soja no se va a dejar de producir porque los dirigentes argentinos siguen viendo fantasma en el boon de crecimiento mas importando que ocurrió en el país y reconocido en el mundo como es el Complejo Aceitero Argentino.