Competividad o Retenciones a la Exportación
El debate que se instalo por los acuerdos firmados con la republica de China, sobre la capacidad de competir que tiene nuestros empresarios y el sistema económico que queremos los argentinos, nos ha hecho retroceder muchos años. ¿Queremos un sistema de sustitución de importaciones o vamos a competir en el sistema globalizado que impera en todos los países desarrollados y en vía de desarrollo?
Autor: ARTURO NAVARRO - 06/12/2004
Esta es la principal definición que tiene que asumir el Gobierno. La formación de una nueva entidad apadrinada por el Ministerio de Economía, para contrarrestar la auspiciosa formación del Foro de la Cadena Agroindustrial con el objetivo principal de hacer propuestas para el mediano y largo plazo, van definiendo la orientación de los diferentes protagonistas.
Quienes creemos en la libertad de los mercados sobemos que las condiciones de competitividad del país no son las ideales. Que ya teníamos problemas con Brasil y que con el mercado de China el tema es mucho mas grave. Pero no vamos a solucionar el problema cerrando la economía si no abriéndonos a todos los mercados, para de esa forma por un intercambio fluido de las exportación y la importación, hacer más competitiva todas las industrias del país.
Lo que hay que hacer para terminar con este viejo debate, es desregular toda la economía para facilitar y promover la inversión, el trabajo, la transformación y las exportación, y fijar un nivel de aranceles de importación decreciente en determinado tiempo y nivel para que cada uno sepa a que atenerse. La convivencia de un sistema económico basado en impuestos distorsivos como es el caso de las retenciones a la exportación es un ataque directo a la competitividad del país. Aunque algunos sectores creen que los benefician, en corto tiempo las distorsiones que provocan, afecta la economía general, castigando a los mismos que las promovieron y al gobierno que las aplico. Entre algunas distorsiones puedo mencionar:
Es un impuesto distorsivo porque promueve la concentración de la riqueza en los productores y operadores más grandes. A medida que el productor trabaja mas alejado del puerto se agrava por el tema flete. El gobierno tendría que saber que hoy muchos productores no tienen ganancia, porque las retenciones se la están cobrando sobre el precio bruto de lo que cosecha. Por lo cual mal puede ser un mal impuesto a las ganancias o pretender que sean a cuenta de ellas, porque el pequeño productor seria gravemente perjudico en este ciclo y en el próximo no tendría capacidad de volver a sembrar, provocando la expulsión del sistema de los pequeños productores Es un impuesto que limita el uso de tecnología y promueve una mayor evasión para poder subsistir. Es un impuesto que nos descoloca con nuestros competidores, especialmente con el Brasil al tener una diferencia cambiaria de por lo meno de un 20 % por las retenciones.
Es un impuesto distorsivo porque provoca la emigración del interior a los grandes centros poblados, agravando y alimentando las villas miseria. Los pueblos fantasmas son consecuencia de este impuesto. La idea de tener un cambio alto con retenciones a la exportación para deprimir los salarios es una receta que ya conocesmo. El Complejo Agroindustrial es la mayor industria con capacidad de instalarse en cada pueblo para transformación de la materia prima, dando trabajo genuino para la sostenivilidad económica y social de los pueblos del interior.
Es un impuesto distorsivo porque provoca una gran deformación geopolítica. Un partido como la Matanza en la provincia de Buenos Aires tiene más poder político al momento de votar que toda la Patagonia. Esto es consecuencia de las retenciones o las brechas cambiarias que concentraron gran cantidad de gente del interior en el conurbano bonaerense y la reforma de la constitución de 1994 que término con el Colegio Electoral.
El país esta esperando cambio profundo con este Gobierno. No se puede ni se debe cometer los mismos errores. Hoy tenemos una oportunidad histórica por las condiciones interna y externas. El país necesita contar con una profunda reforma impositiva, que recaude por lo que se gana, por lo que se gasta y lo que se tiene. Tiene que ser una reforma que cobre los impuestos en el municipio y coparticipe para arriba, así podemos hablar de un sistema federal de recaudación que permite el funcionamiento pleno de un sistema republicano de Gobierno. Es la única forma de poder pensar en una distribución equitativa de la riqueza y no estar dependiendo de decisiones autoritarios del gobierno nacional en lo económico y en lo políticos. Debe surgir una nueva burguesía empresarial y una diligencia que la represente, que asuma que la solución de país pasa mas por lo que hagamos el sector privado unido y no lo que pueda o quiera hacer los gobiernos de turno. Para logra una economía competitiva, hay que dejar todas las ideología y las viejas recetas como la han hecho los países que prosperan, para poder producir un gran desarrollo del país y sus exportaciones, con el funcionamiento pleno de todas las instituciones, recuperando los valores éticos y que de igualdad de oportunidades a todos los argentinos.