El 2015 será la gran oportunidad de la ganadería argentina.

Con la caída de los precios de los cereales y oleaginosas se abre una gran oportunidad para la ganadería: hoy la rentabilidad por hectárea en casi todas las zonas productivas del país dan a la ganadería una clara ventaja sobre el resto de las producciones que hasta hace poco eran estrella. Este trabajo pone en números simulaciones que dejan claramente sentada la ventaja de trabajar con la ganadería, pero esta decisión no sólo debe ser una opción coyuntural de ventaja momentánea sino que se debe volver a la producción ganadera con una visión estratégica profundamente comprometida con los modelos productivos sustentables. Hacer ganadería es más rentable y garantiza una utilización del recurso tierra con un gran compromiso hacia las generaciones futuras. Aquí la investigación que da las razones acerca de porqué hoy es más rentable la ganadería.
Autor: LIC. RAÚL MILANO, DIRECTOR EJECUTIVO DE ROSGAN. - 28/11/2014
La cadena de ganados y carnes tiene muchos actores que conforman sus eslabones, por lo general la forma histórica de funcionamiento de todos ellos no fue analizada como una acción en común sino como partes estancas que ganan al influjo de las pérdidas de otros actores.

La crisis que provocó una merma del stock ganadero de entre 10/12 millones de cabezas debe ser vista como un punto de inflexión que modifique definitivamente la forma de relacionamiento, los distintos sectores deben comprender que cuando todos agregan valor se jerarquiza en forma incremental el patrimonio de todos ellos, de forma tal que la utilidad no está en ventajas parciales sino en la acción virtuosa de una tarea asociativa que reposicione a la cadena en una nueva etapa.
La caída de los precios de los cereales y oleaginosas junto a la revalorización del dólar como moneda de transacción internacional ha producido importantes bajas en los precios de los mismos. Después de uno de los períodos más largos de precios sostenidamente altos la abundancia de oferta ante un mundo que crece en forma más lenta determinó nuevos precios, los cuales si bien no poseen los valores records que en caso de la soja la había puesto en 550 dólares corridos la tonelada, hoy rondando los 370 dólares siguen siendo buenos pero no tan rentables como otrora. Lo único que cambió en esta ecuación exitosa de los últimos años es que ahora vuelve a ser negocio solamente en la zona núcleo y no tan extendida territorialmente como había ocurrido, el flete y los rindes son dos variables demoledoras a la hora de hacer números y pone a disposición la vuelta de otros modelos de producción.
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