Argentina 2015: entregar el gobierno pero no el poder.

La elección presidencial que tiene lugar el 25 de octubre será el hecho político dominante en 2015. El proceso electoral tiene cuatro fechas claves: *El 10 de junio vence el plazo de presentación de alianzas y adhesiones para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Es decir que, a partir de esa fecha, quedan definidas las opciones electorales que se presentarán. Las cuestiones a definir entonces es si en las tres opciones opositoras (Massa, Macri y el Fau-Unen) puede haber alguna alianza que las reduzca a dos, para poder imponerse en la primera vuelta.

Autor: Por Rosendo Fraga en Cronista. - 12/12/2014


*El 9 de agosto serán las PASO: ahí quedarán definidos los candidatos. El candidato opositor que resulte más votado polarizará total o parcialmente el voto opositor en la elección de octubre. A su vez, probablemente el oficialismo tendrá primarias competitivas entre Scioli y otro candidato más próximo a la Presidenta. En parte, las PASO actúan como una primera vuelta.

*En la elección del 25 de octubre es posible que alguno de los candidatos opositores (hoy serían Massa o Macri) sea visto como la opción más eficaz para impedir un nuevo triunfo del oficialismo. Cabe recordar que en el sistema argentino si se llega al 40% de los votos y hay más de 10 puntos de ventaja sobre el segundo, se gana en primera vuelta.

*Si el 24 de noviembre se realiza una segunda vuelta, la oposición tiene más posibilidades de ganar, dado el desgaste del gobierno y las dificultades de la economía.

El gobierno por su parte continuará con su estrategia política para que, en caso de perder la elección, entregue "el gobierno pero no el poder". Ello implica quedar por lo menos como segunda fuerza en la elección y con una fuerza parlamentaria capaz de condicionar al futuro gobierno. En consecuencia, se llevarán adelante más iniciativas para limitar el poder del futuro gobierno.

Pese a ello, es probable que las causas de corrupción sean el año próximo un problema político creciente para el gobierno y que la justicia se muestre más independiente frente a ellas.

Más allá de lo que suceda con la economía, la situación social no será fácil: con la alta inflación -que se mantendrá-, el deterioro de los indicadores sociales continuará.

El nacionalismo seguirá siendo una bandera útil para el gobierno (la consigna Patria o Buitres) y ello influirá en la política exterior, la política interna y la economía.

La estrategia del oficialismo continuará para trasladar dificultades y problemas a su sucesor, con la expectativa de que sus dificultades allanen el camino para que la Presidenta retorne al poder en 2019.

Mientras tanto, la tolerancia social frente a la inflación, la salud de la Presidenta y las consecuencias de las investigaciones de los Holdouts en los EEUU son imponderables y las investigaciones de la justicia argentina sobre la corrupción, que pueden alterar estos escenarios probables.