NOTA ARGENTINA EN INVERSIÓN EXTERNA DIRECTA: - 60 %

La Argentina registró una caída de 60% en la IED de 2014. Pagó a Repsol, casi no estuvo en los mercados voluntarios -cuando Vaca Muerta todavía respiraba-, no mejoró en el MERCOSUR (todo lo contrario) y es economía una pequeña y cerrada, que estatiza y hace reformas anti-mercados. Ante una IED que se concentra cada vez más, somos casi tan atractivos como Putin.
Autor: Lic. Jorge Ingaramo. - 07/02/2015
La UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) publicó, a fines de enero, el Monitor Global de Tendencias en la Inversión Externa Directa. La Argentina no sale muy favorecida, como veremos más adelante y, en general, América Latina y el Caribe también registran mermas (-19%), con la excepción de Brasil.
Principales hechos destacados.
- En 2014, la Inversión Externa Directa (IED) declinó 8% en el mundo, hasta alcanzar BU$S 1,26; ante la fragilidad de la economía global, la incertidumbre en materia de políticas y los riesgos por cuestiones de seguridad (principalmente en Asia Occidental y en el Norte de África, a los cuales se suma el conflicto de Ucrania, que ayuda a que las economías llamadas "en transición" -básicamente de la ex Unión Soviética- registren una caída da nada menos que el 51%, casi tan significativa como la del 60% que sufriera nuestro país).
- Los flujos hacia países en desarrollo crecieron 4%, mientras que los que fueron a las economías desarrolladas cayeron 14%. Aunque parezca mentira, la Unión Europea registró un incremento del 13%, pero todavía los ingresos representan un tercio del pico previo a la crisis de 2008. El Reino Unido, Holanda y Luxemburgo (en este último caso, por ser cuartel general de multinacionales), recibieron en conjunto el 53% de lo ingresado a la U.E.. Suecia y Portugal crecieron significativamente desde niveles muy bajos, en tanto que Francia y Alemania registran resultados algo negativos. En nuestra opinión, sorprende la evolución positiva de la Unión Europea, pero corresponde aclarar que ella se debe al dinamismo de países como el Reino Unido, que no están en la Zona del Euro, todavía muy poco atractiva.
- Las economías en desarrollo rompieron la barrera de los MU$S 700.000; con un 4% de crecimiento y una participación global del 56%. En el Asia en desarrollo, creció 15%; mientras que en África la IED cayó 3% y en América Latina (excluido México) lo hizo en 19%.
- China, con un crecimiento de apenas el 3%, se volvió el principal receptor mundial con el 10,2% del total. La sigue Hong Kong, que es China, con el 8,8%. Como se sabe, es sede de los principales cuarteles de las multinacionales que operan en el Asia en desarrollo (Juntan el 19%). El cuarto país receptor es Singapur, con el 6,4% y el quinto es Brasil, con el 4,9%. Vale decir que, cuatro de los cinco principales receptores, son países en desarrollo, que reúnen el 30,3% del total. Como se ve, una altísima concentración de los factores de atracción del capital.
- El tercer receptor es el único, entre los primeros cinco, que es un país desarrollado, es decir, los Estados Unidos. Recibió MU$S 86.000; apenas un tercio del nivel de 2013. Las fusiones y adquisiciones declinaron de MU$S 60.000 a 10.000, debido principalmente al acuerdo Verizon-Vodafone. En 2008, nada más que por fusiones y adquisiciones, EE.UU. había recibido MU$S 222.000.
- Las radicaciones (Greenfields) crecieron en el mundo apenas un 3%, mientras que las fusiones y adquisiciones lo hicieron un 19%.
- Para la UNCTAD, que había registrado 2,9% de incremento en 2013, el flujo de inversiones permanece muy por debajo de su potencial, debido a: a) una economía mundial en declinación; b) volatilidad en los mercados cambiarios y de commodities y c) elevados riesgos geopolíticos. Prevé que el fortalecimiento de la economía americana, el impacto de demanda -a raíz del menor precio del petróleo- y las políticas proactivas en materia monetaria en la Zona del Euro, junto con medidas de liberalización (distintos países), favorecerán un auge de las radicaciones en 2015.
- Llama la atención la caída de ingresos en México (52%), pero la explicación está en el excepcional nivel alcanzado en 2013, cuando una empresa belga compró la cervecería Modelo. Para ser la economía estrella de la Región, por la profundidad de sus reformas, reina cierta cautela, sobre todo porque las inversiones asociadas a PEMEX aún no han comenzado en serio y las participaciones en las telecomunicaciones, de empresas cuasi-monopólicas, se han visto afectadas por el proceso de desregulación encarado por Peña Nieto.
- No lo dice la UNCTAD sino nosotros: la concentración de la IED en países en desarrollo es alarmante. Cuatro destinos, China, Hong Kong, Singapur y Brasil, representan el 54% del sub-total. A su vez, Brasil, representa el 52,5% de las inversiones sudamericanas, ante la declinación argentina. La caída en nuestro país es del 60%, hasta alcanzar apenas los MU$S 4.500; es decir sólo un 2,9% de lo recibido por Latinoamérica, sin incluir México. Ello se debió, según la UNCTAD, al pago efectuado a Repsol, por el 51% de las acciones de YPF, por MU$S 5.300. Llama la atención que en Brasil, las fusiones y adquisiciones crecieron 45%, hasta alcanzar los MU$S 14.000; mientras que los flujos totales cayeron 4%, registrándose una fuerte merma vinculada a los sectores primarios (caída de los precios de las commodities), mientras subían en los servicios y las manufacturas.
Síntesis y conclusión.
Durante 2014, el FMI se hartó de re-estimar a la baja el crecimiento esperado en la economía mundial. No en vano, la IED cayó. No sólo eso: se concentró (pasó del 31 al 39% del total en el Asia en desarrollo, destacando 16% de suba en el Este, 23% en el Sur y 19% en el Sudeste).
El crecimiento está orientado a profundizar la hegemonía del Pacífico en materia de flujos de inversión de multinacionales. Ya el año pasado se veía que los países dependientes de los precios de las commodities o los que presentan riesgos políticos o están en el centro de conflictos internacionales (Ucrania), no pueden atraer inversiones. El caso mexicano permite advertir que en economías razonables o normales, las IED son de posicionamiento, ante promesas de reforma profunda. Por eso, en América del Sur, economías prósperas, como Colombia y Perú, registraron caídas ya que el ingreso se había producido antes, cuando se confirmó que estos países seguirían un rumbo más aperturista y se reorientarían hacia lo que después se dio en llamar la Alianza del Pacífico. Luego, las afectó la caída de las commodities.
Por el lado de los países desarrollados, el formidable crecimiento estadounidense, está financiado por flujos internos de inversión y en la Unión Europea, Gran Bretaña -por la relativa velocidad de sus reformas y no tener el lastre del Euro- se constituyó, en 2014, en país atractivo.
Si esta conclusión fuera a proyectarse a 2015, países como Italia o la India, que proponen reformas profundas, podrían tener un buen resultado en contraste con aquellos más dependientes de las fluctuaciones cambiarias o de la evolución de los precios de las commodities, principalmente petróleo, minerales y alimentos. Obviamente, tener conflictos de seguridad o geopolíticos, no alienta para nada al desarrollo financiado externamente.
El tamaño del mercado (Brasil, Asia Pacífico) es factor concentrador. La eficiente división del trabajo y la integración intra-industrial de Asia son las "ampliadoras" de mercados, que ya de por sí cuentan con adecuada escala. Todo lo contrario a lo que ocurre en nuestro achicharrado Mercosur con Pajarito.