¡Los ucranianos no creen en Minsk!

Ayer se cerró el segundo Acuerdo de Minsk, con un alto al fuego, en la guerra civil ucraniana. Nadie cree que se vaya a cumplir, a raíz del antecedente del firmado en setiembre de 2014. Se presentan, en esta nota las visiones occidentales anti - Putin y se sostiene que, en los últimos seis meses, las circunstancias cambiaron mucho para las tres geopolítica involucradas: la de Obama, la de Merkel y la de Putin. Atrévase a leer esta larga nota, ya que cita "plumas más sabrosas" que las de su modesto autor. El tema nos importa, por ser humanos, y por...el precio del petróleo.

Autor: Lic. Jorge Ingaramo. - 13/02/2015


En Ucrania, hay una guerra civil que ya lleva 10 meses. Luego de la revolución que desplazara al Presidente pro-ruso, con la finalidad de llevar al país hacia Occidente (léase Unión Europea, y ¿por qué no OTAN?), se produjo la elección de Poroshenko, que trató de avanzar hacia el saneamiento de la economía y el cumplimiento de proto-acuerdos comerciales con la U.E.: le valdrían el ingreso de ayuda financiera, para apuntalar una destartalada economía, energéticamente dependiente de Rusia, y "muy sufrida", a raíz de sucesivas devaluaciones y problemas fiscales, o lisa y llanamente, corrupción..
El nuevo Presidente había comenzado un camino reformista, hasta que Putin vino a desestabilizarlo. Ucrania fue invadida por tropas rusas. Un plebiscito (nunca bien visto en la ONU) produjo la anexión a la Federación Rusa, de Crimea, donde está la base rusa de Sebastopol (importante puerto). Luego comenzó la táctica secesionista (en el Este-Sudeste) de Vladimir, que los pro-europeos intentan evitar, aunque saben que cuenta con el auxilio de armamento pesado, invasión de tropas mejor entrenadas y el apoyo indisimulable del régimen de Moscú a los separatistas.
Ante la escalada de violencia, Merkel, que habla ruso, ya que viene de la ex - Alemania Oriental, lo fue a ver a Obama, quien le manifestó que no creía demasiado en soluciones diplomáticas, visto el fracaso del Acuerdo de Minsk, de setiembre de 2014 y que estaba dispuesto a enviar armamento letal para Ucrania; más apoyo militar, para el entrenamiento del virtualmente sofocado ejército leal al gobierno de Kiev.
La Canciller consideró que una intervención militar implicaría una escalada de consecuencias impredecibles (una "caliente" guerra fría) y, junto con el Presidente francés, trató de lograr que Putin se siente a una mesa de negociaciones, al menos para producir un acuerdo de alto el fuego, como el que finalmente se firmó el 12 de febrero de 2015, cuyo contenido se detalla en el Anexo.
Es difícil saber hasta dónde llegará Putin. Pero, por ahora, hay un acuerdo, que es mejor que ninguno.
Para muchos expertos o periodistas especializados, el Presidente ruso es una especie de Hitler, con el cual no vale la pena perder el tiempo negociando. Veamos algunas publicaciones de opinólogos calificados, en los últimos días.

Dos opiniones dos.
Para Thomas Friedman, de The New York Times:
"En marzo pasado, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton habría dicho que el ataque a Ucrania del presidente Vladimir Putin en supuesta defensa de los habitantes de habla rusa de la región era exactamente lo mismo "que lo que hizo Hitler allá por la década del 30", cuando el líder nazi apeló a la etnia germana para justificar su invasión de países vecinos. En ese momento pensé que la comparación era desmesurada. Ya no pienso lo mismo. Avalo la comparación de Clinton puramente por su valor de impacto, ya que enciende la alerta sobre la horrenda acción de Putin en Ucrania, por no hablar de su propio país, cuya calificación crediticia acaba de quedar reducida al estatus de basura".
"Putin usó tropas rusas de uniforme sin insignia para invadir Ucrania y así apuntalar a los rebeldes ucranianos comprados y pagados por Moscú. Disfrazado en una telaraña de mentiras y con el único propósito de aplastar el movimiento reformista ucraniano antes de que pudiera generar un modelo democrático que resultara más atractivo para los rusos que la cleptocracia de Putin, en el acto de vandalismo geopolítico más siniestro del mundo actual".
"Comparten nuestros valores los reformistas del nuevo gobierno y del nuevo Parlamento, elegidos en Ucrania, mientras pelean por sacarse a Rusia de encima y entrar a formar parte de la comunidad democrática y económica de la Unión Europea (UE). Si "El Matón" Putin se sale con la suya en destruir la flamante experiencia democrática ucraniana y redefine unilateralmente las fronteras de Europa, todos los países pro-occidentales que rodean a Rusia estarán en peligro".
""Putin teme que Ucrania exija, insista y decida vivir de acuerdo con los valores europeos, con una sociedad civil fuerte, libertad de expresión y religión, y un sistema de valores que el pueblo ucraniano ha elegido para vivir y proyectar su vida", dijo ...Natalie Jaresko, ministra de Economía de Ucrania, en un seminario del Foro Económico Mundial que se realizó en Davos.
Estados Unidos y Alemania coordinaron las sanciones contra Rusia. El gobierno de Obama "decidió desplegar algunos soldados en Ucrania, dentro de unos meses para que entrenen a la guardia nacional, yo estoy por la idea de aumentar nuestra ayuda militar al ejército ucraniano ya mismo, para que pueda defenderse de los 9000 efectivos que se estima Putin tiene infiltrados en el territorio de Ucrania".
"Durante el próximo año, Ucrania también necesitará 15.000 millones de dólares en créditos y subvenciones para estabilizar su economía, además de un rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI). Los ucranianos se metieron en un pozo muy profundo cavado por ellos mismos, durante más de 20 años de corrupción masiva de la seguidilla de malos gobiernos que se sucedieron después de que Kiev se independizó de la Unión Soviética".
"Gracias a la revolución y las recientes elecciones llegaron ....una nueva generación de reformistas que están transformando velozmente los ministerios y aprobando leyes tributarias y de transparencia. De hecho, hasta agradecen las exigencias de buena administración como condición para recibir ayuda de Occidente. ...El secretario del Tesoro norteamericano, Jack Lew, recorrió Europa en busca de cerrar un paquete de ayuda para Kiev. Estados Unidos ya prometió poner su parte, pero la UE todavía parece titubear".
"El objetivo de Putin es sembrar tanta inestabilidad para que Occidente se abstenga de ayudar a Ucrania, para que el gobierno reformista falle y quede desacreditado.... Si Putin decide una invasión total de Ucrania, o -lo que es peor- invadir uno de los Estados bálticos, y poner a prueba la voluntad de la OTAN de salir a defenderlos, el precio del crudo subirá"
."Con el desbarajuste actual de la economía de su país, el régimen de Putin ahora depende casi enteramente de sus exportaciones de petróleo y gas, así que el derrumbe del precio del crudo le duele más que a nadie. Las chances de que Putin decida una invasión abierta a Ucrania o al Báltico son pocas, pero tampoco hay que descartarlo. Para Putin, desatar una crisis geopolítica de envergadura con la OTAN sería una manera fácil de empujar el precio del petróleo de nuevo hacia arriba".
Pero, Bernard - Henry Lévy es más duro. Piensa que Rusia es un Estado bárbaro, gobernado por cosacos, un país semi-mongol, mantenido por epígonos de la KGB, cínicos y egoístas: "Occidente tiene que estar dispuesto a enfrentar la realidad y a dejar de hacer lo que suele hacer con demasiada frecuencia, que es invertir los roles. Es Putin y sólo Putin el que ha corrido el riesgo histórico de un enfrentamiento con sus vecinos europeos. Es Putin y sólo Putin el que al enviar cazabombarderos a surcar ayer (10/02/15) los cielos de Estonia y Polonia y hoy los de Francia, se está jugando a una guerra de nervios entre potencias, que -como sus medios se ocupan con perverso placer de destacar-, son en algunos casos potencias nucleares. Es Putin y sólo Putin el que por primera vez desde la Guerra Fría tomó la irreparable decisión de apostar tropas en los umbrales de Europa y así intentar modificar, por la fuerza, las fronteras de un país que es clave para la arquitectura de seguridad colectiva que preserva la paz. Es Putin y sólo Putin el que por primera vez desde la Segunda Guerra rescató del museo de los horrores políticos el tristemente famoso tema del nacionalismo lingüístico, que creíamos ya desacreditado. Y es otra vez Putin, innegablemente Putin, el que se inmiscuye en los asuntos de Europa, al colaborar con todos los partidos racistas y antisemitas del continente, al apoyar y hasta financiar a partidos como Podemos, en España; Syriza, en Grecia y el Frente Nacional, en Francia y alardear de su alianza con la Hungría de Víctor Orban. De hecho, es incontestablemente el revanchista Putin el que, como si estuviera alimentando un viejo rencor, que atribuye a Europa la responsabilidad de la caída de la Unión Soviética -que Putin describe como "la mayor catástrofe del siglo XX" ..." (La Nación, 12/02/15).
"¿Así que Ucrania fue históricamente una parte de Rusia?. Así que al ocupar Crimea y luego Donetsk, el heredero del zar Nicolás I y de Stalin estaría meramente recuperando lo que era de Rusia?. Más allá de que esto es históricamente falso y de que el Estado-nación de Rusia no es más antiguo que el de Ucrania, ese argumento, si lo aceptáramos, podría aplicarse mañana a diversas zonas de los países bálticos y de Polonia. Al comportarse de esa manera, ¿acaso Rusia no está simplemente reaccionando a la "humillación" tácita que Europa le viene infligiendo desde hace 20 años?"
"Parece bastante grotesco, si uno recuerda la insistencia con que Rusia fue invitada a unirse a la Asociación para la Paz (1994), el Consejo Europeo (1996), a la Organización para la Cooperación y la Seguridad de Europa (1999) y al Consejo Conjunto Permanente OTAN-Rusia (2002)".
"Occidente se ha refrenado, desde la caída del Muro, de apostar fuerzas militares extranjeras en la ex Alemania Oriental y de desplegar misiles de largo alcance en Polonia que pudieran molestar a Moscú, mientras que -en el momento mismo en que se le vendían a Moscú naves Mistral- se les cerraban las puertas de la OTAN a Georgia y Ucrania". Aquí, la crítica es a Occidente, lo dice un servidor.

Opinión.
Modestamente, creemos que Putin está muy condicionado por la violenta caída del precio del petróleo y, en menor medida, del gas. En ellos, se basa el 50% de las exportaciones rusas y el 40% del presupuesto federal. Y, como todos saben, el barril se derrumbó casi un 54%, en los últimos 8 meses. También, tiene muchos inconvenientes con su aristocracia local, de millonarios que sufren sanciones ("en su bolsillo") y que no están dispuestos a apoyar cualquier clase de escalada, salvo que tenga resultado seguro y no sea replicada por una nueva guerra fría, para la que estarían disponibles socios de la OTAN, y sobre todo, algunos países de la ex -URSS y, principalmente Polonia, muy preocupada por problemas idénticos a los que afectan a la Unión Europea.
El brote nacionalista que encarna Putin, le permite consolidarse internamente como defensor del "área de influencia rusa", sobre todo en las fronteras de lo que se llaman países "extranjeros - cercanos". Pero su éxito por la anexión de Crimea, hoy se ve relativizado por la escasez de recursos, aunque sus tropas prácticamente hayan logrado dominar áreas enteras del Este y Sudeste ucraniano.
Sabe, por otra parte, que no es lo mismo la geopolítica de la Unión Europea, que la implícita en los sectores más duros de la política americana, cuya opinión está reflejada en los textos que reprodujimos, de Friedman. Para la Unión Europea, Ucrania iba a ser un socio más, al que se destinaría ayuda financiera para incorporarla al Bloque, sobre todo teniendo en cuenta sus formidables excedentes en materia agropecuaria y sus feraces tierras. El Acuerdo Comercial estaba en curso y muchas de las reformas pro-capitalistas ya muestran efectos benéficos, que lo serían aún más en un ambiente de desarrollo pacífico.
De allí la estrategia de Merkel, distinta de la de Obama, que queda como segunda (¿última?) instancia, de convencer al Presidente ucraniano, de dar autonomía a las zonas habitadas por rusoparlantes, pero siempre en el marco de una economía que iría hacia Occidente, con la ayuda, entre otros, del FMI (se habla, aportaría MU$S 17.500 en el marco de un paquete, que se conoció el mismo día del Acuerdo, por MU$S 40.000).
Los reportes periodísticos posteriores al Acuerdo, señalan el escepticismo de prácticamente todos los consultados, en Ucrania. Casi nadie se imagina que dicho Acuerdo se vaya a cumplir.
En nuestra opinión, esta situación geopolítica irá para largo, porque encuentra tres estrategias (la de Obama, la de Merkel y la de Putin) con graves dificultades de corto plazo, en materia de política exterior y/o interior. No creemos que Putin sea un autista, como se lo define en algunos medios. Y, si el problema se le va de las manos, tendría consecuencias más graves (para él inclusive) que las que surgirían al tratar de cumplir el Acuerdo o, al menos, no violarlo de forma tan vergonzosa como ocurrió con el firmado en setiembre del año pasado.


Anexo: el Acuerdo de 7 puntos, de Minsk, del 12 de febrero de 2015.
"Hemos logrado ponernos de acuerdo en los temas principales", dijo Putin. "No fue la mejor noche para mí, pero es una buena mañana", añadió. (Fuente: La Nación)
Las conversaciones entre Putin, su par ucraniano, Petro Poroshenko, la canciller alemana, Ángela Merkel, y el presidente francés, Francois Hollande, comenzaron el miércoles en Minsk, Bielorrusia. El acuerdo tiene 7 puntos:
? Alto el fuego. Será a partir de las 0.01 hora local del 15 de febrero (19.01 hora argentina del sábado 14)
? Retiro de la artillería pesada de las zonas de conflicto, a una distancia de entre 50km y 140km. Comienza el 17 de febrero y deberá completarse en dos semanas.
? Liberación de los prisioneros. Amnistía para los implicados en los combates.
? Retiro de todas las formaciones armadas, armas y mercenarios extranjeros de territorio ucraniano. Desarme de todos los grupos ilegales.
? Ucrania debe permitir la reanudación de la vida normal en las zonas rebeldes y levantar restricciones.
? Reforma constitucional para permitir la descentralización de las regiones rebeldes. Debe realizarse para fines de 2015.
? Ucrania podrá controlar su frontera con Rusia, si se cumplen las condiciones para fines de año.
"Este acuerdo es muy similar al que se firmó en septiembre. Ese acuerdo se cayó en cuestión de días", recordó el corresponsal de la BBC en Minsk. Los combates en el Este de Ucrania han dejado más de 5.300 muertos y desplazado a 1,5 millones de personas.