2015: Año difícil para las economías regionales.

Cuando el dólar oficial se atrasa, pasa a ser una preocupación para exportadores y productores regionales, porque sus costos en dólares crecen. Este hecho puede verse compensado si aumentan sus precios internacionales.
Autor: Infocampo.com - 27/02/2015
Para 2015 la gran amenaza regional es la combinación de dólar que continuaría atrasándose y precios de exportación en caída. No sólo deterioraría la rentabilidad de exportadores, sino también el poder de compra de los productores primarios. Dólar oficial: a inicios de 2014 se encareció en Argentina, generando un alivio transitorio para las economías regionales, pero la contrapartida fue una mayor inflación y una contracción del mercado interno. Para este año, el gobierno nacional intentará evitar estas consecuencias, y por lo tanto, habrá mayor atraso cambiario (o sea, costos crecientes en dólares). A este hecho, se le agrega que en otros países, tanto competidores como compradores, sí están devaluando sus monedas, quitándole competitividad a los productos argentinos. Si Brasil devalúa, le resulta más caro comprar fruta argentina, y si Chile lo hace, puede ofrecer sus productos a un menor precio, informó la Bolsa de Comercio de Mendoza según el trabajo de Jorge Day.
Precios internacionales: a inicios de 2015, estos son menores con respecto al año pasado, para una buena parte de los productos regionales que se exportan. Hay algunas excepciones, pero la impresión es que, en algunos, sus aumentos serán transitorios. Por ejemplo, en ciruelas, no sólo habrá mayor producción en Argentina, sino además es posible que haya menor demanda por parte de dos de los principales compradores, Rusia y Brasil. Si es así, es difícil mantener los buenos precios del año pasado.
Rentabilidad: para conocer su evolución, se tiene en cuenta el precio de exportación y el dólar (ambas variables vinculadas a los ingresos de los exportadores), y la inflación (asociada a los costos argentinos). Juntándolos, se obtiene un indicador de rentabilidad, que es un tipo de cambio real para cada producto. Cuando disminuye, se deteriora la rentabilidad del exportador promedio. A continuación, se presenta la dinámica de este indicador para cuatro fechas claves:
· Año 2006, que se toma como referencia (valor 100): fue un periodo de dólar y precios internacionales promedios (ni tan altos ni tan bajos)
· Diciembre 2013: con un dólar oficial muy atrasado
· Febrero 2014: luego de la devaluación
· Enero 2015: casi un año después, con un dólar nuevamente atrasado ¿Qué ha ocurrido con los productos en distintas regiones?
Para entender consideremos el caso de la soja. Partiendo de 2006 con un valor 100, disminuyó a fines de 2013. Por más que la soja experimentó un fuerte aumento en su precio internacional, se vio más que compensado por la pérdida de poder adquisitivo del dólar (más un incremento en retenciones). Posteriormente, con la devaluación de enero del año pasado, mejoró la rentabilidad de este sector. Pasado el tiempo, se juntaron sus menores precios y un dólar que se atrasó, causando un menor tipo de cambio real en la soja (y por tanto, una pérdida en la rentabilidad exportadora).
En otros productos, también se ha observado esa pérdida de rentabilidad, salvo en carne vacuna.
Norte: ocurrió una similar situación en varios de sus productos. Sólo en naranjas, una mejora en su precio ha compensado la pérdida de compra del dólar.
Oeste argentino: hay excepciones, como ciruelas secas, pero hay indicios que no se repetirían para el presente año.
Minerales: en petróleo es notoria la influencia de los menores precios. En el oro, llama la atención. La explicación es que el fuerte aumento de su precio se dio luego del año 2006. Si se lo compara con el año 2012, es muy fuerte la caída del tipo de cambio real. Eso lo tienen en claro en San Juan, que no ha tenido buenos indicadores de actividad durante 2014.
Dos puntos a rescatar
A diferencia de la soja, en la mayoría de los productos regionales no se logró una rentabilidad como la que habían logrado en el año 2006 (sus precios no aumentaron tan fuerte como aquel producto).
Si el dólar rinde menos que a fines del 2013 y si los precios internacionales son menores que en dicha fecha, es clarísimo que la rentabilidad exportadora tiene que caer.