FEDERACIÓN DE ACEITEROS LANZÓ PARO POR TIEMPO INDETERMINADO.

Tal como había adelantado el miércoles pasado en un comunicado, la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (Federación de Obreros Aceiteros) anunció esta tarde un paro por tiempo indeterminado en todo el sector de la industria aceitera, tras una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Nación por una conciliación obligatoria cuyo vencimiento estaba previsto para hoy y que se referían a una medida de fuerza anterior dictada en el marco de las renegociación del convenio colectivo de trabajo.
Autor: Años de Campo - 04/05/2015
La parte sindical había exigido aumentos de entre el 42% para las categorías más bajas y hasta el 48% para las categorías más altas, en las cuales está concentrada la mayor cantidad de personal de las plantas aceiteras, porcentajes que están muy alejados de la propuesta de actualización que ofreció el sector empresario y de la inflación anual esperada por las consultoras privadas, que oscila entre 25 y 30%. La Federación nunca estuvo dispuesta a negociar esos porcentajes, que en rigor terminaron siendo una imposición unilateral.
El sector empresario alertó que la nueva medida de fuerza afectará el abastecimiento de aceites a la cadena comercial doméstica y paralizará los embarques de exportaciones y el ingreso de divisas, en pleno apogeo de la cosecha gruesa (soja y maíz).
Los cálculos de la Federación para reclamar porcentajes de aumento salarial tan desproporcionados, según adujeron sus portavoces, se originan en interpretaciones propias y tendenciosas para el salario mínimo, vital y móvil, contrario a la ley que establece el mecanismo de fijación en el Consejo que funciona en la órbita del Ministerio de Trabajo, al que impugnó la representación gremial. El sector de la industria aceitera señaló que en sus análisis la Federación confundió salarios básicos con salarios totales conformados, lo que tornó inviable el pedido de aumento salarial fundado en sustentos erróneos.
Los representantes empresarios invitó al gremio a frenar cualquier medida para poder estudiar los anuncios del Ministro de Economía, sobre reducción del Impuesto de las Ganancias para trabajadores con determinados ingresos, lo que fue rechazado de plano por la Federación.
Los gremios paritarios del sector son la Federación de Aceiteros -de alcance nacional pero sólo con alguna influencia al sur de Rosario- y el Sindicato de Aceiteros de San Lorenzo -con gravitación decisiva donde se encuentra la mayoría de las plantas industriales del complejo oleaginoso en el Gran Rosario, es decir, al norte de esa ciudad.
A la Federación Aceitera se le aplicó el 1º de abril una conciliación obligatoria a un paro que, aunque coincidió con el nacional de Moyano, tenía sus propias reivindicaciones, ligadas con el reclamo paritario que asciende al 48 % anual (abarca ese porcentaje al 80% de la plantilla, mientras que el 42,2% de aumento difundido por los sindicalistas se refiere sólo a la primera categoría, la menos numerosa y representativa). El Sindicato Aceitero de San Lorenzo, que discrepa con la Federación y la CGT Regional San Lorenzo, había pedido 38% de alza y, a diferencia de la Federación, aceptó una suma fija de $ 2.000 para abril, a cuenta del aumento definitivo, mientras continúa la negociación paritaria.
Es en ese panorama que ocurrieron el martes pasado en la noche los graves desmanes en la planta de Dreyfus en General Lagos (al sur de Rosario), con la sospechosa y gravitante participación de personajes encapuchados, que se mezclaron con los camioneros (algunos) que reclamaron por una demora adicional a la usual en tiempos de cosecha como ahora, originada en un quite de colaboración -sorpresivo- de la Federación lanzado el lunes pasado que contravino la conciliación obligatoria vigente. Ésta venció hoy lunes y los portavoces de Federación ya anunciaron el miércoles pasado que se proponían lanzar una huelga por tiempo indeterminado si no se les concedía el 48 % exigido, lo que en unos días bloqueará el ingreso de divisas, crucial para financiar el ingreso de importaciones de distintos rubros del país. En las últimas semanas, estuvieron ingresando entre 500 y 600 millones de dólares semanales.
Ese 48% de aumento es alrededor del doble de la inflación esperada para este año, según las consultoras privadas. El gremio de la carne cerró en 31,5 %.
En tanto el sector padece una elevada capacidad ociosa (más del 30 %), a pesar del aumento de la cosecha, debido a la retención de granos por los productores, lo que se suma a la caída del 35% del precio internacional de la soja en un año. Más capacidad ociosa significa más costos fijos internos, que aumentaron en términos de dólares. Esta situación pone al sector en circunstancias de evaluar un ajuste para continuar operando.