El superciclo de precios de los granos sigue vigente

A pesar de la caída en la cotización de las materias primas, como la soja, el petróleo y los minerales, se proyecta que la demanda seguirá creciendo por encima de la oferta en los próximos años, con eje en el desarrollo económico de China

Autor: Jorge Castro Analista Internacional en Clarin Rural - 02/01/2016


Los precios del petróleo ascendieron a U$S 55/barril en 2015, 50% menos que el año anterior; y los valores de los metales se derrumbaron más de 60% en los últimos doce meses, su menor nivel histórico desde la depresión de la década del ?30.

En el año, los precios del crudo disminuyeron un 20,1%, el gas natural cayó 25,8%, el zinc, 29,2%, y 40,5% el níquel.

Esto sucede cuando la demanda física de minerales/metales es creciente en el mercado mundial (creció 8% el año pasado), con epicentro en Asia, donde el alza es mayor (aumentó 12%).

En el caso del petróleo, la sobreoferta mundial provocada por la explosión del shale gas en Estados Unidos ha sido la causa fundamental del derrumbe de los precios.

La Agencia Internacional de Energía (EIA) estima que el almacenamiento de petróleo en los países avanzados supera ya los 3.000 millones de barriles, récord histórico, a los que habría que agregar las exportaciones de crudo resultantes de la reincorporación de Irán al mercado internacional en 2016 (unos 2,5 millones de barriles más).

El fenómeno del shale gas/shale oil en EE.UU. puede resumirse en estos términos: en 2010, la producción era 0, en 2014 ascendió a 4,5 millones de barriles, con costos de producción que han caído 30% en los últimos tres años.

Lo notable es que EIA prevé ahora que el precio del crudo, que cayó a U$S 44/barril en noviembre, aumente a U$S 60/barril a fines de 2016, para orientarse hacia un piso de normalización de U$S 100 por barril en 2020.

La razón de esta previsión es que la demanda mundial aumentaría cinco millones de barriles por año entre 2015 y 2020, proveniente sobre todo del auge del consumo en China, convertida en el mayor mercado del mundo, y donde la compra de automotores superó las quince millones de unidades en 2014, por obra del incesante consumo de la nueva clase media, que hoy asciende a 300 millones de personas, que serían 600 millones en 2020.

El precio del cobre cayó a su menor nivel en seis años (U$S 4.481/tonelada en noviembre), lo que golpea especialmente a Chile (que concentra el 40% de la oferta mundial).

China importó 45% del cobre mundial en 2015; y la desaceleración de su economía (que creció 6,5% en 2015) ha provocado una caída generalizada del precio de las materias primas.

El derrumbe del precio de las materias primas no implica que el Superciclo de los commodities haya finalizado. Lo que caracteriza al Superciclo que comenzó en 2001 es que la demanda crece por encima de la oferta, a pesar de que ésta se expande aceleradamente; y esa situación es la que se mantiene quince años después.

Por eso, en esta categoría lo fundamental es el término "Súper" y no "ciclo", porque el mercado mundial de commodities mantiene su tradicional volatilidad, a pesar de que la demanda crece por encima de la oferta.

La previsión de la agencia EIA respecto a que el barril de crudo valdría U$S 100 en 2020, se fundamenta en esta convicción sobre la vigencia del tercer Superciclo de las materias primas, iniciado en 2001 y que la historia indica que duran entre veinte y cuarenta años.

Por definición, el Superciclo es un fenómeno global, lo que significa que se despliega en un contexto de desequilibrios y volatilidad, cuando el mundo experimenta la más grande transformación de su historia.