La natural relación entre educación y trabajo.

¿Es el trabajo el objetivo de la educación? La idea es más compleja. Sarmiento decía "solo la educación nos hará libres". El trabajo es uno de los medios, que a través de la educación, permite la existencia de un ser humano libre. Hay un costado personal, familiar y comunitario que no pasa necesariamente por el trabajo. Pero, al mismo tiempo, un trabajo digno y bien remunerado permite alcanzar esos objetivos con más facilidad.

Autor: Esteban Bullrich en Carta Política. (*) - 06/06/2016


La Argentina ha desarrollado desde hace muchos años estas ideas. Ya en 1944 surgió la necesidad de crear escuelas técnicas y de formación de oficios cuando nació la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional (CNAOP). Siguiendo esta línea -y después de diferentes y positivas modificaciones- se llega a 1959, cuando fue creado el actual Instituto Nacional de Educación

Tecnológica (INET), que en el marco de nuestro Ministerio, continua desarrollando y actualizando todos los días aquella idea original.

La revolución tecnológica y de las comunicaciones ha acercado y de alguna manera, achicado el mundo. Se está avanzando aceleradamente hacia una cuarta revolución industrial, caracterizada por el avance en la robótica, la genética, inteligencia artificial, nanotecnología, impresiones 3D, biotecnología, todo a través de Internet.

Lograr una mejora en la disponibilidad y calidad de capital humano será la clave de arco para alcanzar un salto en la productividad, necesario para sostener un crecimiento en el largo plazo. Pero hay un dato contradictorio que no podemos dejar de tener en cuenta. Por un lado, apenas un 12% de las empresas recurrieron a convenios con instituciones educativas para capacitar personal. Por el otro, tres de cuatro compañías consideran que un programa de re-entrenamiento de personal, sería una importante contribución para mejorar el desempeño laboral.

Buscamos que los chicos que educamos no sean buscadores sino creadores de trabajo. La gran apuesta de este siglo radica en la necesidad de imaginar nuevas formas de trabajo, que demandará el desarrollo tecnológico. Las actividades tradicionales no alcanzarán para satisfacer la demanda de empleo, habrá que imaginar otros nuevos. Los nombres de los creadores de Apple, Microsoft o Google no solo no existían hace cuarenta años: tampoco existían el tipo de negocio que inventaron.

En el marco de este cuadro debemos de tener en cuenta que las habilidades laborales que se demandan es la combinación de un conjunto de variables, donde el sistema educativo comparte la escena con factores vinculados al contexto social y la familia. Es necesario actuar en los primeros años de vida, destacando la importancia de la educación inicial. En este punto, es decisiva la implementación de una política educativa -como la que estamos desarrollando- universalizando la sala de Jardín desde los tres años.

Estas ideas no son únicas, pero están sostenidas en la idea clásica, abandonada por tantos años, que la educación es la base del cambio social.

En éste como en otros tantos temas, el gobierno de Mauricio Macri está construyendo un puente para cerrar la brecha que separa el nivel de nuestra educación con la demanda de trabajo que la Argentina necesita. El recuerdo del alto nivel que había alcanzado en el pasado la educación en el país es solo eso, un recuerdo. Ahora estamos construyendo el futuro, no importa los errores que se hayan cometido en el pasado.

(*) Ministro de Educación y Deportes de la Nación

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