Ricardo Yapur y Nicolas Fillon: En 2013 había que ser valiente para invertir en el país.

Los CEO de la firma argentina Rizobacter y la francesa De Sangosse acaban de inaugurar una planta de fertilizantes en Pergamino y adelantan sus planes

Autor: Sofía Diamante PARA LA NACION - 11/07/2016


Hace 39 años Ricardo Yapur comenzó moviendo cajas de su garaje de Pergamino mientras daba los primeros pasos con Rizobacter, su empresa de inoculantes de semillas y fertilizantes biológicos. Hoy la compañía factura US$ 100 millones, emplea a 400 personas, tiene una presencia en 25 países y acaba de inaugurar una nueva planta de fertilizantes microgranulados en su ciudad. Para este proyecto, la firma argentina se asoció con el grupo francés De Sangosse y juntos desembolsaron US$ 30 millones en la fábrica de Pergamino.

En diálogo con LA NACION, Yapur y el CEO de De Sangosse, Nicolas Fillon, admiten que hace tres años, cuando se decidieron a llevar adelante el proyecto de la planta, no era precisamente el mejor momento para apostar al campo. "En 2013 había que ser valiente para invertir en una planta nueva", explican casi a dúo.

"Es una inversión 50 y 50, que de otra manera no hubiéramos hecho en la Argentina. El día que decidimos hacer esta fábrica, hace tres años, el campo estaba en un momento complicado por la mala relación con el gobierno, pero nosotros siempre miramos el negocio a largo plazo y todo el potencial que tiene el país con el cultivo", indicó Fillon.

-¿Ya arrancó el segundo semestre para el campo?

Ricardo Yapur: -El campo arrancó. Si bien hoy la plata no circula, porque el productor todavía se acuerda de los siete años que estuvo muy golpeado y maltratado, entonces le cuesta. Además, con el tema de la soja que cada vez sube un poquito, el agricultor se queda con el grano. Pero nosotros como empresa vemos que si bien no tenemos una participación importante en el mercado de trigo, que las hectáreas se siembran y que los productos tecnológicos de mayor valor fueron los primeros que se vendieron. Por supuesto que arrancó la agricultura y la ganadería, pero creo que todavía falta en otros negocios como la porcinocultura o los tambos.

-¿Cómo ven al sector agrícola desde Francia?

Nicolas Fillon: Hubo varios viajes de productores a Francia para buscar inversiones y vemos que tienen ganas y confianza, y piensan que el futuro del campo argentino es grandísimo. Encontramos algunas reacciones negativas en otras regiones donde la gente no tiene la costumbre de cambiar su tecnología, pero la Argentina tiene gente muy abierta, y cuando están convencidos de que la tecnología es buena cambian rápidamente. Esa es una característica de los agricultores argentinos. También hemos descubierto un país con un alto nivel tecnológico

-¿Rizobacter ya tiene en carpeta alguna otra inversión?

R. Y.: -En este momento tenemos que poner en funcionamiento esta fábrica. Por ahora estamos vendiendo lo que traemos de Francia. En la inauguración, el presidente Macri me preguntó cuál iba a ser nuestro nuevo emprendimiento y, como respuesta, le entregué una carpeta para solicitar un nuevo crédito con el propósito de hacer una planta de inoculantes.

-¿Cómo les afecta la llegada de competidores externos?

R. Y.: -La llegada de productos chinos genéricos siempre nos va a complicar, pero es cuestión de adaptarse. Es una realidad que el mundo va a tener de acá a futuro y si queremos seguir existiendo tenemos que prepararnos.

-¿Cómo ven las normas argentinas de protección de la propiedad intelectual?

R. Y.: -Creo que todavía tiene sus fallas, si bien este gobierno lo está tratando de encaminar para bien, todavía no es lo ideal. Me parece que por lo menos hay un camino que se está empezando a transitar, y que en algún momento la propiedad intelectual tiene que estar bien reconocida; es la única forma para que las grandes empresas sigan invirtiendo en investigación y desarrollo. En nuestro caso invertimos el 10% de nuestro presupuesto, lo cual para nosotros es muchísima plata. Somos una empresa local, con capitales totalmente de acá y nos cuesta el doble, pero es la única forma de seguir creciendo.

-¿Cómo ven su negocio en los próximos años?

R. Y.: -Imaginamos un triángulo que unirá la ciudad de San Pablo, Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, y Bahía Blanca. Creo que es desde donde va a salir la comida del mundo en los próximos años. Porque hoy Estados Unidos se come todo lo que produce; Europa se está transformado día a día en un gran jardín; Europa del Este no termina de arrancar como creíamos que iba a hacerlo en materia de producción de alimentos, y África si bien tiene agua y superficie, todavía le faltan leyes que permitan un desarrollo.

N. F.: -Cuando hacemos inversiones como la de acá, lo hacemos sabiendo que no vamos a recibir ganancias hasta dentro de 5 o 7 años. Eso te ayuda muchísimo a pasar las crisis coyunturales. Este razonamiento de largo plazo es la filosofía y esperamos que mañana podamos hablar de realidades.

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Una reflexión en 140 caracteres

Nicolas Fillon: "Invertimos sabiendo que no vamos a recibir ganancias hasta dentro de cinco o siete años"

Ricardo Yapur: "El respeto a la propiedad intelectual es la única forma de que las empresas sigan invirtiendo"