- SUÁN LE - (Olvídense)

A fines de los 50, en el "Gran Salto Adelante" chino, Mao Tse-Tung lanzó la campaña de las "Cuatro Plagas".

Autor: Javier Ignacio Azpiroz Costa Presidente de la Sociedad Rural de Goya - 30/09/2016


Para ello ordenó "erradicar" del país a cuatro especies consideradas enemigas de la revolución: ratones, moscas, mosquitos y gorriones.
El líder creía que la meta era factible y la ocasión buena para refrescar el entusiasmo militante de su pueblo. Las consignas movilizadoras fueron del tipo: "Matemos al asqueroso gorrión de vientre amarillo" o "¡Los gorriones son una de las peores plagas de China!".

"Todos vienen a luchar contra los gorriones"
Otras como "rata capitalista", eran menos creativas y tendían a caer en el lugar común (les suele pasar a los militantes).
Con la versión China del "vivir con lo nuestro", las estrategias iban de lo primario a lo ingenioso:
A los gorriones veneno, gomeras y barullo (Los asustaban para impedirles posarse hasta matarlos por cansancio)
A las moscas palmeta, veneno e higiene.
Alguien avisó desde Estados Unidos: "los gorriones comen más insectos que grano". Demasiado tarde, disminuyeron los gorriones y las langostas se multiplicaron terriblemente, contribuyendo a agravar la "Gran Hambruna China" (murieron decenas de millones).
Mao tuvo que aceptar su error y ordenó dejar en paz a las avecitas. Los medios comenzaron a difundir una nueva instrucción: "Suán le" -¡olvídense!-.

Desde la Unión Soviética, Nikita Kruschov debió salir en auxilio de Mao y para ayudarlo a repoblar China con gorriones, le envió en secreto 200.000 evitando desprestigiar al líder.
Precursores criollos ¡La Lucha!
Más allá de la tragedia, es divertido pensar que Mao podría haberse inspirado en una patriada argentina, anterior en décadas al "Gran Salto Adelante": la Ley Nacional 12566 de Lucha Contra las Garrapatas.
Fue hace 75 años, cuando decidimos erradicar de nuestro país a la garrapata común del ganado, principal -pero no único- transmisor de la enfermedad de la "tristeza" que afecta solo a los vacunos que son susceptibles, por no haber tenido contacto con garrapatas en los primeros meses de vida.
En la falta de realismo de sus metas, la propuesta se parece a la decisión de Mao de "erradicar" todas las moscas o todas las ratas o todos los gorriones o todos los mosquitos de un país inmenso, quizás sin la connotación de estropicio ecológico de la hecatombe de pajaritos. (2)
La estrategia era -y en los papeles sigue siendo- avanzar de sur a norte eliminando las garrapatas. Para ello, durante 3 ó 4 años y eventualmente 5 ¡como máximo! Todos los vacunos de la "zona de lucha" debían sumergirse regularmente en baños garrapaticidas.
Así, tras cada avance se ampliaría la "zona Limpia o Indemne" y la campaña podría recomenzar hacia el norte encarando una nueva "zona de Lucha Activa", hasta llegar a las fronteras de Bolivia, Paraguay o Brasil.
En la estrategia hay una "onda" militar evidente, que recuerda a la zamba "Felipe Varela", donde bastaría reemplazar "la montonera" por "la garrapata":
"Ya se va la montonera" (¿La garrapata?) / "Rumbo a Jujuy esta vez"/ "la echarán a la frontera"/"de allá no podrá volver".
En los hechos inmortalizados por la venerable zamba, hubo un vencedor, pero en esta batalla no lo hay o en todo caso van ganando las garrapatas y las cosas se parecen más a la batalla del Somme de la 1ª guerra, a Vietnam o a Afganistán.
Desde hace 30 ó 45 años, el frente o "Zona de Lucha" quedó empantanado en los mismos lugares. Pero es un "status quo" fantasioso, porque en la realidad retrocedió (3) y "La Lucha" terminó pareciéndose a una de esas guerras olvidadas, que transcurren en lugares remotos. De tanto en tanto llegan noticias, a veces surgidas de la imaginación de algún combatiente que, en su propio delirio o quizás agobiado por la presión de los jefes que demandan resultados, envía partes con batallas ganadas, estadísticas alentadoras, y anuncios de una victoria inminente.
De alguna manera y sin abandonar la parábola militar, vale la imagen patética de esos soldados japoneses que, décadas después de Hiroshima, se mantenían beligerantes en islas remotas, esforzándose en negar a los demás o a sí mismos, no ya la derrota, sino la sospecha de que ni siquiera había una guerra que mereciera llamarse tal.
Resulta que matando bastantes e incluso todas las garrapatas de todas las vacas de una región ecológicamente apta para el parásito (Hipótesis definitivamente improbable) los tenaces bichos siguen estando o vuelven a aparecer, porque también parasitan caballos, ciervos y muchas otras especies.
Para colmo, cuanto más calor y humedad, mejor para las garrapatas y más corto su ciclo reproductivo, por eso en los 7 u 8 meses más cálidos, el lapso entre baños no puede superar los 21 días. Al mismo tiempo, cuanto más al norte, más selvas, "malezales" y pajonales, o sea más dificultades para juntar todo el ganado todas las veces.
"Y por si esto fuera poco", las garrapatitas chicas ocasionalmente se trepan a aves u otros animales silvestres y aún a seres humanos; así viajan de un campo a otro o de un país a otro, ignorantes de una zonificación arbitraria.
Resumiendo, lo que parecía fácil tras las primeras experiencias exitosas en la pampa húmeda o el sur de la Mesopotamia, fue haciéndose más y más difícil hasta parecerse al ascenso de un palo enjabonado.
En definitiva es hora de acabar con esta zoncera y que de una buena vez, alguien tenga el sentido común de decir: "Suán le".
En la "zona de lucha" (de lucha eterna) en donde hay garrapatas pero la hacienda es susceptible, la solución pasa por recuperar la inmunidad. Durante un tiempo habrá que inocular a las terneras que serán futuras madres (Inmunización mediante "hemovacunas").
Luego tendremos que asumir un retroceso ordenado y cuidadoso hasta un límite definido con criterio realista, fácil de vigilar y mantener.
¿Qué 9 años es mucho? Depende de la óptica con que se mire, pero 9 es menos que 45 ó 73 ó 100.

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(1) En marzo de 1960, en una instrucción redactada en nombre del Comité Central del Partido Comunista Chino, el camarada Mao Tse-Tung señaló: "... no se debe seguir exterminando los gorriones. La consigna ahora será: "¡A exterminar ratones, chinches, moscas y mosquitos!". Mao tuvo que reconocer que había elegido una guerra equivocada y, para disimular el bochorno o canalizar la bronca, encaró contra las chinches.

(2) "La Lucha" tiene su costado antiecológico: contaminación de napas y cursos de agua por el vaciado de bañaderos, residuos de plaguicidas en el ganado, promoción de cepas de garrapatas y otros parásitos resistentes, pérdida de la inmunidad natural del ganado, etc.

(3) En marzo de 2004, la provincia de Corrientes, inició el enésimo relanzamiento de "La Lucha"; el objetivo era bajar a menos del 1% en 3 años, la proporción de establecimientos infectados en la zona que nos empeñamos en llamar "indemne". Pasaron los 3 años previstos y 5 más de changüí. En el departamento Goya estaba sucio el 40% de los campos, en Curuzú Cuatiá el 30, en Paso de Los Libres el 58 y en Sauce el 60.
Últimamente hubo un relanzamiento de hecho, que podría identificarse como "N+1"; las entidades rurales de la provincia condicionaron el apoyo a la realización de auditorías....que en definitiva no se hicieron, parece que ni vale la pena.
En el mismo sentido, el Dr. Mangold especialista del INTA de Rafaela, luego de realizar una auditoría sobre el avance de la campaña en Entre Ríos, concluyó que "con menos de 200 establecimientos clausurados en siete departamentos (con y sin tratamientos) se puede hablar de un gran avance y un éxito del programa de erradicación"....... ¿Cómo serán los fracasos?