Por qué Bayer compró Monsanto

La compra de Monsanto por Bayer (U$S 66.000 millones) se basó en las siguientes previsiones: la población mundial superaría los 10.000 millones en 2050 (un crecimiento del 30% en 3 décadas). Este cambio está acompañado por un alza del consumo de proteínas per cápita de 16% en 10 años, debido a que la clase media alcanzaría al 65% del total de la población mundial en 2030, y que 75% de ese incremento tendrá lugar en dos países asiáticos: China e India.
Autor: Jorge Castro en Clarin Rural - 08/10/2016
Hay que agregarle que el mercado mundial de insumos agrícolas ascendería a U$S 160.000 millones en 2025, mientras que el área sembrada per cápita disminuye 17% en 30 años, por el proceso generalizado de urbanización, sobre todo en Asia y América del Sur.
A este escenario hay que sumarle el agravamiento de la crisis hídrica, cuyo epicentro se encuentra en el norte de China, en el Magreb árabe y en Africa Subsahariana.
También alcanza su pleno despliegue el calentamiento de la atmósfera (cambio climático), con una reducción de 20% en los rendimientos agrícolas. La conclusión que ha extraído Bayer es que es preciso aumentar en más de 60% la productividad agrícola en 2050.
Lo fundamental de estas previsiones no es el aspecto cuantitativo, que obliga a ampliar las operaciones de la nueva empresa creada por la compra de Monsanto. Eso significaría pensar todavía en términos de materias primas o commodities, con un criterio esencialmente indiferenciado y masivo.
Lo que hace Bayer es tomar el camino opuesto: pensar en términos cualitativos, porque se impone a la producción agrícola mundial un nuevo paradigma productivo, más allá de la agricultura hacia las "ciencias de la vida".
El cálculo del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) es que en los próximos 35 años es preciso realizar más innovaciones científicas y tecnológicas en la producción agrícola mundial que en los 10.000 años previos.
Este es el requisito ineludible que es preciso satisfacer para resolver los dos grandes desafíos de la producción agrícola en esta etapa histórica: la descomoditización, que es la conversión de la materias primas en marcas diferenciadas; la transformación de la agricultura en una actividad que ayude a resolver la cuestión del cambio climático, y no que lo agrave. Lo que en definitiva es la sustentabilidad.
Las ventas de Bayer alcanzaron el año pasado a U$S 51.000 millones, en tanto que las de Monsanto totalizaron U$S 15.000 millones. Hay que prever ahora una triplicación de las operaciones de la nueva compañía en un plazo de entre 5 y 8 años, con ventas de productos de "ciencias de la vida" que pueden alcanzar a U$S 70.000 millones por año.
Bayer invirtió en 2015, en concepto de investigación y desarrollo (I&D), U$S 4.800 millones (9,1% de sus ventas), y ejecuta esta tarea de expansión del conocimiento científico y tecnológico con 14.700 investigadores de nivel mundial.
La sociedad del Siglo XXI se funda en el conocimiento, ante todo en el capitalismo avanzado; y la frontera del conocimiento es hoy la biotecnología, liderada por las "ciencias de la vida", en especial la ingeniería genética.
Es esta la tendencia de fondo en la compra de Monsanto, y el eje de desarrollo estratégico para la agroindustria en las próximas décadas.