Juan Pazo: Nadie ahora va a llamar a una aseguradora para que invierta en un bono que no quiere.

Crítico del kirchnerismo, el flamente Superintendente de Seguros dijo que quieren adecuar la industria a los estándares internacionales y, en diálogo con LA NACION, anticipó cambios normativos.

Autor: Florencia Donovan LA NACION - 05/09/2017


El de seguros de vida y retiro es tal vez uno de los negocios financieros más golpeados del último tiempo. La pesificación, la obligación de invertir en activos de dudosa calidad -en lo que fue llamado el "inciso K"-, y la falta de instrumentos para cubrirse en un entorno de alta inflación terminó por conformar un combo que dejó a una industria que debería resguardar el ahorro de las familias a largo plazo, muy retrasada con respecto al resto de la región. Muy crítico de la gestión kirchnerista, el nuevo superintendente de Seguros de la Nación, Juan Pazo, apuesta a recuperar la confianza de ahorristas y de las mismas empresas aplicando normas internacionales, a las que la Argentina le venía dando la espalda, aunque no prevé dar marcha atrás con algunas medidas de la última década, como la que prohibió a las compañías de vida y retiro invertir en el exterior.

"Tenemos una visión menos grandilocuente que la del Gobierno anterior, pero más ambiciosa", dijo a LA NACION, tras participar como orador en el 10° Seminario Internacional de Vida y Retiro, organizado por la Asociación de Aseguradoras de Vida y Retiro de la Argentina (Avira). "Vamos a aplicar la normativa internacional en la Argentina", agregó Pazó, quien reconoció que en los últimos 12 años no sólo se destruyó la confianza de los ahorristas, sino también de las compañías.

"Hay cambios que quizás no los podamos poner en un power point, pero que seguro muchos de ustedes lo han sufrido. Nadie ahora los va a llamar para que inviertan en un inciso 'K' o en un bono que no quieren", afirmó en referencia a la gestión kirchnerista, durante su ponencia ante varias centenas de ejecutivos y empresarios de la industria. "La Argentina en 2015 no era confiable, el regulador estaba por fuera de los estándares internacionales, al mismo nivel de Venezuela, Ecuador", dijo.

Una de las medidas que, anticipó Pazo, pondrán en marcha en el corto plazo es un nueva norma de Gobierno corporativo para las empresas del sector. "¿Les va a impactar? Sí", advirtió el funcionario durante su exposición. "Pero da mayor seguridad, mayor solvencia y mayor transparencia. Muchas multinacionales ya saben de qué se trata", apuntó el abogado que asumió como Superintendente hace ocho meses, en reemplazo de Edgardo Podjarny.

La norma, explicó Pazo a LA NACION, contempla básicamente adecuar los estándares locales a los de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), algo similar a lo que ya hace tiempo se viene aplicando en el sistema financiero. Implica un mayor control en las estructuras, registros de auditoría, contadores, abogados y directores; determinar cualidades que tienen que tener los accionistas de una compañía de seguros. Además, prevé nuevas esquemas de control interno del manejo de capitales y de las cadenas de responsabilidades. "Si vaciaste una compañía de seguros y hoy estás siendo querellado -ilustró Pazo, quien sin nombrarlo hizo referencia al caso del responsable del gremio de los porteros y presidente del Partido Justicialista porteño, Víctor Santa María- tener la capacidad de ir contra los que formaron parte del directorio para reclarmarles a ellos parte de las ineficiencias de la compañías". "En resumen, queremos volver a darle entidad a la actividad", dijo Pazo.

Pero, además, adelantó a LA NACION, también la Superintendencia de Seguros está trabajando en una nueva norma de inversiones para las compañías, en coordinación con el Ministerio de Finanzas, y la Secretaría de Servicios Financieros. La nueva norma apuntará a que las compañías de vida y de retiro apliquen un enfoque de capitales basado en riesgos. Pazo hizo hincapié en la necesidad de que las empresas extiendan la vida promedio de sus inversiones, que hoy es de cortísimo plazo. En tal sentido, la nueva norma de inversiones ayudaría a fomentar naturalmente la extensión de los plazos de las carteras. "El riesgo va a tener que matchear [estar a la par] las inversiones. Si tu riesgo dura en promedio cuatro años, porque tenés siniestros que tienen un plazo de resolución de cuatro años, el maturity de la cartera no debe ser de dos años", detalló.

Consultado sobre la posibilidad de que la Superintendencia rehabilite en algún momento la posibilidad de que las compañías de vida y retiro inviertan sus carteras en el exterior, tal como sucedía previo el kirchnerismo, Pazo fue tajante: "No. Nosotros queremos desarrollar un mercado de capitales nacional".

Pazo, por su parte, se mostró confiado de que, después de las elecciones de octubre, el Gobierno retome la iniciativa y avance con una nueva ley para el mercado de capitales, donde está contemplados e nuevos seguros que puedan indexarse por UVAs (la unidad de ajuste por inflación creada por el Banco Central para el desarrollo de créditos de largo plazo) y por el CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia), y beneficios impositivos, para fomentar el ahorro voluntario de largo plazo. Este último es el gran reclamo de la industria desde hace más de una década.

"Necesitamos herramientas [para fomentar el ahorro a largo plazo] como la póliza ajustable, y los diferimientos impositivos. Lo entendemos; lo pusimos en la ley de reforma de mercado de capitales. Pero creo que después de octubre las perspectivas van a ser muchísimo mejores", dijo el Superintendente. "Está probado que los países desarrollados donde se ha crecido la actividad tienen beneficios impositivos", reconoció.

También dijo a LA NACION que hay gran interés de compañías internacionales por volver a instalarse en el país. "Hay mucho apetito de las aseguradoras por mercados emergentes, entre ellos, la Argentina", confió.

La penetración del seguro de vida y retiro en cantidad de primas con respecto al PBI es hoy bastante más baja que la que se evidencia en otros países de la región. En la Argentina, los seguros representan 3,1% del PBI, pero sólo 0,6% corresponde a seguros de vida y retiro, contra 2,1% en Brasil y 2,9%, en México. La industria de vida y retiro apenas gestiona inversiones por 1% del PBI, contra 10% de Brasil o 18%, de Chile. También, según datos que presentó la Superintendencia de Seguros, está subdesarrollada con respecto a la de Perú y a la de Colombia, donde gestiona inversiones por el equivalente al 4% del PBI.