Calefones solares para barrios vulnerables.

No es un secreto que el ser humano es capaz de superar todo tipo de carencias, a menudo, con recursos mínimos. Esta cualidad es la que permite encontrar soluciones atinadas frente a diversos problemas que afectan a familias cuyos medios son limitados y habitan en barrios vulnerables de tantas ciudades del país.

Autor: La Nacion - 25/11/2017


La novedad a la que nos referimos se refiere a la construcción de un calefón solar, medio promovido por el ingeniero industrial Pablo Castaño, acompañado por jóvenes profesionales y por voluntarios del grupo Sumando Energías. Todos ellos vienen cooperando, desde hace un trienio, a fin de que grupos familiares que viven en villas y asentamientos precarios, ubicados en distintos lugares del país, puedan contar todo el año con agua caliente, lo que sin duda es un verdadero logro en la vida cotidiana de quienes carecían antes de una posibilidad que hoy pueden disfrutar.

Ese progreso se basó en el aprovechamiento del calor que provee el sol, fuente calorífera permanente que hace posible ese beneficio durante todo el año. El introductor de la innovación, Pablo Castaño, explicó así su obra, de inestimable beneficio social: "Funciona por el efecto termosifón: el agua, al calentarse en la parrilla del colector, se hace menos densa, empieza a subir hasta el termotanque y, aproximadamente, hace alrededor de 60 ciclos para calentarse por encima de 40 grados, temperatura que usamos para bañarnos. Todo esto funciona por la energía solar".

Los calefones tienen unos caños pintados de negro que absorben la radiación solar, capas de tetrabrik y telgopor que sirven como aislantes y están recubiertas con botellas de plástico que producen el llamado efecto invernadero.

Es de destacar, también, que la construcción de los calefones solares constituye una labor que merece llamarse comunitaria. Los vecinos, incluso los chicos, cooperan con entusiasmo. Desde 2014 se ha ido extendiendo esta creación más allá del conurbano bonaerense y ha llegado a lugares distantes como La Plata, Bahía Blanca, Salta y una comunidad guaraní de San Ignacio, en Misiones.

Cada 15 días, Sumando Energías llama a voluntarios para construir calefones solares. Según lo ha descripto el ingeniero Castaño, concurren particulares y miembros de empresas que, por una parte, aprenden de "energías renovables" y, además, pasan a la faz práctica de producir calefones, tarea en la que colaboran las familias. En suma, una actividad positiva en la que se pone de relieve el mérito de lo creativo aplicado al empleo de materiales que se daban por inutilizables. Por otra parte, un estímulo valioso para todos los que colaboran y aprecian directamente el beneficio de su labor.