Exportando se abastece mejor el mercado interno.

Buenos Aires, 23 agosto (Especial para NA, por Arturo Navarro*) -- La suspensión de las exportaciones de carne por 15 días -por ahora- y la amenaza de las intervención del mercado de Liniers demuestran que este gobierno no sabe cómo debe funciona el mercado de la carne vacuna.

Autor: ARTURO NAVARRO - 23/08/2014


Lo que está haciendo es lo de manual que realizaron todos los
   políticos hace 80 años: el desafío de la dirigencia de la cadena
   pecuaria es presentarle en forma urgente una propuesta moderna de
   producciones de carnes a todos los partidos de la oposición, para
   que se comprometan a votarla en el 2016 y de esa forma terminar
   con la magra performance de producción y de exportación por falta
   de previsibilidad a quien invierte.
    Lo fundamental para una propuesta moderna de producciones de
   carnes que sea sustentable y sostenible en el tiempo, es
   sancionar políticas de Estado -las leyes­­- que definan el marco
   institucional mínimo que necesita la cadena pecuaria, para darle
   previsibilidad a las inversiones que necesita a fin de aumentar la
   producción, transformación y exportación de proteína animal en
   forma competitiva a todos los mercados del mundo y poder
   abastecer mejor el consumo interno.
    El desafío de nuestra dirigencia con la propuesta es demostrar
   a autoridades y al público en general con argumentos convincentes,
   que cuánto mayor cantidad exportemos mejor vamos a abastecer los
   mercados internos en cantidad, calidad y precio en un determinado
   tiempo.
    La actual situación de la ganadería, de las industrias
   frigoríficas y baja performance de nuestras exportaciones debería
   ser la última experiencia traumática para hacernos cambiar.
    Pretender seguir viviendo con lo nuestro, abastecer primero el
   consumo interno y ser exportadores de saldos fue lo que nos
   llevó a la actual situación.
    Por defender la mesa argentina hemos perdido 12 millones de
   cabezas, nuestros vecinos nos superan como exportadores de carnes
   y mientras muchos argentinos pobres a pesar de abaratar la carne
   para todos, no pueden comer carne barata porque no tienen trabajo
   ni plata para comprar.
    Que nuestra dirigencia siga hablando de producción de carne
   vacuna solamente, es quedarse en el pasado en el siglo XXI.
    No se puede seguir promoviendo una ganadería dependiente del
   mercado interno y de precios políticos en la Argentina. El mundo
   no habla de carnes habla de proteínas.
    Los grandes exportadores de carne vacuna son también
   productores y exportadores de carnes de ave y cerdo, transformado
   sus granos en proteína animal en los diferentes clústers
   regionales porque optimizan los costos de producción, para el
   crecimiento y desarrollo planificado moderno al transformar
   materia prima en biocombustibles y alimento en las diferentes
   regiones del interior del país.
    Exportando los cortes de mayor valor a los mercados de mayor
   poder adquisitivo está asegurado el abastecimiento del mercado
   interno.
    El país está en condiciones en pocos años de producir 4.000
   millones de toneladas de carne vacuna. Si exportamos 30% de la
   producción en los cortes de mayor valor exportaríamos 1.200
   millones de toneladas y quedaría para el consumo 2.800 millones de
   toneladas que divididos por 40 millones de argentinos represente
   70 kilos por habitante anual.
    En tanto, el marco institucional mínimo para llegar a esas
   metas debería contener las siguientes premisas:
    -Establecer por ley que el estado no puede intervenir en el
   negocio empresario. Esto fue lo que hizo Uruguay para poder
   concretar su política de carne.
    -Que haya un único estándar mínimo sanitario para todas las
   plantas de faena. Transparentar el mercado de las carnes es un
   objetivo prioritario para una sana competencia y la atracción de
   inversiones.
    - Establecer un sistema de comercialización por cortes, para
   aprovechar al 100% la media res. De esa forma se atiende en forma
   eficiente y competitiva las diferentes demandas, optimizando los
   costos de los fletes.
    - Impulsar un sistema mínimo de trazabilidad que responda a
   estándares internacionales. Se debe ir generalizando por medio
   de incentivos.
    - Es fundamental que toda la cadena pecuaria promueva la
   diversificación del consumo de proteínas de carne de cerdo, de
   ave y de pescado. Es más saludable para la salud y permite al
   mismo tiempo liberar saldos de carne vacuna para cumplir con la
   apertura de nuevos mercados.
    El país tiene que asumir en conjunto que puede y debe volver a
   ser un exportador previsible de carnes a todos los mercados del
   mundo: La carne vacuna argentina es una marca reconocida y está en
   nosotros poderla posesionar nuevamente en cantidad y calidad.
    (*) Consultor. Ex presidente de CRA y CARBAP
   
   
   NA
   
   
   Noticia publicada el 24/08/2014 a las 12:15
   Última modificación: 24/08/2014 a las 12:18