La crisis opositora. Un peronismo atrapado en el laberinto del pasado.

Fue una semana de extrema tensión interna entre el Congreso partidario de Moreno y la asunción de Cristina Kirchner en el PJ; acusaciones, gritos y un debate sobre el rumbo y el sentido de un partido fragmentado; el Pro también exhibió sus internas en un encuentro gélido
Autor: LA NACION Jorge Liotti - 15/12/2024
Hace muchos años el peronismo no protagonizaba un encuentro partidario con el nivel de tensión que se vivió el lunes en Moreno. Quizás haya que retroceder al famoso Congreso del PJ que en 2004 enfrentó a Cristina Kirchner con Chiche Duhalde. Hubo acusaciones, cruces, gritos y una sensación compartida por todos: el partido está atrapado en un laberinto del que le cuesta mucho salir. Y no se trata sólo de una discusión por quién lidera el espacio o quién arma las listas el año próximo, el dilema mayor pasa hoy por el sentido y el propósito del peronismo cuando la sociedad viene de dar vuelta la página y votar por un cambio radical.
El intendente de Carmen de Areco, el camporista Iván Villagrán, planteó que desde el gobierno provincial lo discriminaban y le enviaban inspecciones furtivas a empresas de su municipio. Le saltaron a la yugular los ministros bonaerenses Andrés “Cuervo” Larroque y Walter Correa. “¿Quién te manda a decir esas boludeces?”, lo increparon. Se armó un revuelo momentáneo ante la mirada incómoda de Cristina Kirchner, Sergio Massa y Axel Kicillof.
Los gritos y cruces siguieron, hasta que Larroque lo interpeló directamente a Máximo Kirchner: “Poné orden, pelotudo, esto es un quilombo”, le dijo, en un involuntario homenaje a los 20 años del memorable discurso de Roberto Fontanarrosa en defensa de las malas palabras. Era la primera vez que los viejos amigos se hablaban en mucho tiempo. Todo se complicó más.
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