POLÍTICA FISCAL: ¿POR QUÉ ES INCIERTA, SI HAY “TRES BUENAS”?.

El aumento paritario estatal (28,15%), que se empieza a percibir en Junio, es muy inferior a la inflación que pronostican las consultoras y a los ingresos tributarios, que se terminaron de engrosar en el mes de Abril. Se sigue nuestra recomendación de no superar la capacidad de pago de la economía en pesos, que se manifiesta en la evolución de los depósitos bancarios totales.

Autor: JORGE INGARAMO - 10/05/2014


Una vez ingresado el recurso aduanero de la cosecha de soja, más el efecto fiscal de la devaluación, el momentum para reducir el déficit fiscal es “inmejorable”. Se pueden evitar las transferencias del Central, si se administra apenas bien. Y queda el expediente de contraer deuda pública en pesos, parcialmente comprada por la ANSES. Si la oportunidad existe: ¿Por qué no la aprovechan?. Y si la aprovechan: ¿Por qué no la comunican?.
   
   Incierta al cuete.
   
   Todo el mundo critica la ausencia de un plan económico, tomando como base que el Estado no se estaría ajustando. El Presidente de la Asociación de Bancos sostiene que la devaluación no es la solución y que ésta pasa por el ajuste fiscal.
   El antecedente del Tesoro es pésimo: los últimos números que se conocen de la cuenta de ahorro e inversión de la Secretaría de Hacienda, son los de febrero y pronto estaremos a mediados de Mayo. No eran precisamente un lujo, sino más bien todo lo contrario. Los gastos habían crecido 14,4 puntos porcentuales por encima de los ingresos, en la comparación interanual, pese a que los recursos tributarios habían aumentado un 40,5% interanual, en el mencionado mes. Horrible!!!.
   Si el Estado conoce, de manera diaria o casi en tiempo real, los ingresos de la AFIP y los balances de los bancos, ¿Por qué no podemos saber en tiempo real, el movimiento de la caja de la Secretaría de Hacienda? No importa que el devengado pueda ser muy diferente a lo mandado a pagar, porque si el movimiento es diario, o al menos semanal, una astuta vigilancia de números publicados podría corregir eventuales desvíos (estacionales) sin generar ninguna clase de incertidumbre, como sí se genera por la no publicación, al 7 de Mayo, de los números de Hacienda de Marzo.
   Ante tamaña incertidumbre debemos recurrir, los que trabajamos en esto, al Informe monetario semanal del Banco Central, para tener al menos una pista del financiamiento monetario de cualquier eventual desequilibrio que pudiera reflejarse en -una expansión impresentable de la base monetaria, que no es el caso de los meses de Marzo y Abril, o -una suba de los Adelantos Transitorios que, si bien existió, por lo menos en Abril, de ninguna manera constituye un riesgo desestabilizador ante la durísima política monetaria del BCRA.
   
   Las tres buenas.
   
   Hay tres noticias fiscales que nos hacen sospechar, repetimos, “sospechar”, que podría estar mejorando la cuestión fiscal:
   a) La paritaria, para 2014, que se negoció con el Frente de Gremios Estatales es de, apenas, el 28,15%, que se paga en dos tramos, un 16,5% en Junio y un 10,1% en Agosto. Hubo que aceptar que 7500 vacantes, autorizadas por el Presupuesto, pero virtualmente congeladas, se transformen, antes de Diciembre, en un 60% de personal transitorio que pasaría a planta permanente. Vale decir que, en el Estado tendrán asegurado el futuro, 4500 personas que, se supone, ya estaban trabajando y cobrando como contratados o empleados transitorios. La discusión sobre su militancia o no es, a los fines fiscales, meramente anecdótica.
   b) El informe monetario semanal del BCRA al 25 de Abril, muestra una reducción semanal de M$ 24.226, que arroja una reducción (en lo que va de 2014) de la Base Monetaria en un 11,2%. Habíamos recomendado, en una nota anterior, sostener una Base en torno a los M$ 340.000, para asegurar el tipo de cambio fijo, hasta que entrara la soja. La autoridad monetaria fue mucho más ambiciosa y nos ganó por más de M$ 5.200 en la absorción. Así, en Abril, o por lo menos hasta el día 25, el sector público resultó contractivo, de la Base, en M$ 9.233, lo que significa que, de la reducción de Base mensual, participó activamente con el 65% del total. Muy buena noticia. Estuvieron ¿devolviéndole?, desde el Tesoro al Banco Central, la expansión registrada en Marzo, que criticáramos en una nota anterior. En lo que va del año, la expansión de Base debida al sector público, apenas supera los M$ 6400 que, anualizados, no representan más de un 0,6% del PBI. O sea, nada. Si tenían esta certeza y además contaban con una política monetaria extremadamente conservadora, la pregunta es: ¿Por qué no lo comunicaron? El Banco Central compró reservas netas por más de MU$S 1100, en Abril. Quiere decir que en algún lado está la explicación del cambio en la evolución fiscal.
   c) La explicación la provee, indudablemente, el cumplimiento del pronóstico que hiciéramos:
   1- A partir de la segunda semana de Abril, ingresaría el aluvión sojero, y;
   2- La recaudación de origen aduanero (que no sólo incluye derechos de importación y exportación, sino también retenciones y percepciones de IVA y Ganancias), se vería beneficiada por la devaluación del 54% interanual. Nosotros supusimos que esto le agregaría, en términos nominales, M$ 38.000 a las arcas fiscales, algo así como un 45% de las transferencias presupuestarias previstas (para todo el año), allá por el mes de Septiembre de 2013, cuando nadie tenía pensada la tasa de devaluación que finalmente observaríamos.
   Veamos algunos detalles:
   - La recaudación tributaria de Abril se incrementó un 49,3% en fuente aduanera y un 40,4% en fuente DGI. La Administración Nacional incrementó en un 46,6% sus ingresos nominales, con un IVA local creciendo al 51,9% y ganancias (fuente DGI) haciéndolo al 43,0%.
   - Sólo por Derechos de exportación, entre Marzo y Abril, el incremento fue del 172% es decir, M$ 9171. Si uno lo multiplica, caprichosamente, por cinco buenos meses de ingresos por la cosecha de soja y maíz, da la friolera de M$ 45.800. Esto es más de lo que habíamos pronosticado y eso que sólo mencionamos los derechos de exportación. Si el cálculo lo efectuáramos con los ingresos de fuente aduanera, el incremento mensual es M$ 11.157 que, otra vez, multiplicado caprichosamente por cinco, dan casi M$ 57.800 o sea, prácticamente un 68% de las transferencias previstas en el Presupuesto, escrito en Septiembre de 2013.
   
    Síntesis.
   
   El aumento paritario estatal, que se empieza a percibir en Junio, es muy inferior a la inflación que pronostican las consultoras, y a los ingresos tributarios que se empezaron a observar en el mes de Abril. Se sigue nuestra recomendación de no superar la capacidad de pago de la economía, que se manifiesta en la evolución de los depósitos bancarios totales, que es de ese orden. Se hace evidente que, una vez ingresado el recurso fiscal aduanero de la cosecha de soja, engrosado por la devaluación, la oportunidad para reducir el déficit fiscal es “inmejorable”. Se pueden evitar las transferencias del Banco Central, si se administra bien. Además queda el expediente de contraer deuda pública en pesos, parcialmente comprada por la ANSES. Si la oportunidad existe: ¿Por qué no la aprovechan? Y si la aprovechan: ¿Por qué no la comunican?