La Erosion de la Sociedad

Como el torrente al bajar de la montaña abre un cauce infranqueable que separa los rebaños y a poco de ocurrir van tomando diferentes características, esto mismo es lo que pasa con la injustica, nos separa y como las ovejas comenzamos a diferenciarnos sin entender que la culpa de lo que ocurre no la tienen los de enfrente sino los hechos injustos que miramos de diferente lado.

Autor: Patricio Watson en Años de Campo - 13/01/2020


La lista de injusticias que van profundizando la cárcava es interminable, no es justo que pocos tengan mucho ni que muchos tengan poco y menos si el estado define quienes van para cada lado. Es injusto que se indemnice a guerrilleros y no a sus víctimas, que muchos cobren sin trabajar y el resto trabaje sin cobrar mucho. Totalmente injusto es juzgar con diferente vara a quienes cometen la misma falta como el caso de los piqueteros o protestones que alteran la circulación en rutas, vías férreas, puentes, etc. y nunca son llamados por la justicia mientras que cuando protestan los campesinos se los imputa como delincuentes.

Ante la ley, el Estado debe someterse como cualquier persona física sin embargo cuando comete faltas graves la justicia no lo alcanza o si lo hace es tarde y jamás repara los daños correctamente. Tampoco es justo que a los políticos en función de cualquiera de los poderes las crisis económicas no les lleguen como se los está marcando el pueblo chileno.

Es función de Jueces, funcionarios del Ejecutivo y Legisladores terminar con el alud de injusticias que van erosionando cada vez más profundamente nuestra sociedad. La única manera de cerrar lo que Uds. llaman Grieta es con justicia y no con discursos que solamente la profundizan. Terminen con la corrupción, con los privilegios y las injusticas que muchas veces promueven en beneficio propio, no olviden que son nuestros representantes con mandato explicito, cuando los pueblos se cansan y deciden arreglar las cosas, en general lo hacen brutalmente y terminan llenando la zanja de cadáveres.

No se trata de una amenaza ni una advertencia, tampoco pretendo conocer el futuro, solamente con leer un poco la historia de los pueblos o ver lo que pasa en el mundo actual con las sociedades frustradas por la ineptitud de sus gobernantes, alcanza para esta conclusión. La clase política, para usar una sola palabra que los abarque a todos, después de habernos llevado a la situación actual nos pide sacrificios que ellos no hacen y eso también es injusto.

Tampoco se soluciona tendiendo puentes sobre el mismo torrente, éstos solamente permiten optar por una banda pero el problema subsiste. Un cambio de signo político en nuestro gobierno debería ser esperanzador pero resulta que a pocas hora de asumir se abren las puertas de las cárceles para liberar a quienes hasta ayer eran delincuentes y corruptos, así la esperanza se vuela.

La realidad es que si nuestro sistema político no asume que debe cambiar, romper con el sistema perverso de mutua protección, promoviendo el acceso de los jóvenes, de personas capacitadas y de probada honradez nos alejamos cada vez más de las verdaderas soluciones. Solamente la justicia en toda su dimensión será capaz de hacer que los argentinos entendamos un día que los problemas son de todos y las soluciones también.