Martín Uribe: “Es inexplicable que un gobierno libertario no levante ya el cepo cambiario”

Martín Uribe, doctor en Economía por la Universidad de Chicago

¿El Gobierno no se le anima al cepo? ¿Quién gana y quién pierde en la Argentina de Milei? El economista, profesor en Columbia, hace un análisis, por momentos, muy crítico

Autor: Luciana Vázquez PARA LA NACION - 15/04/2024


Conversaciones de domingo
“Un gobierno liberal no hubiese mantenido el cepo cambiario ni por un día”, diferencia. “Espero que el Fondo Monetario no le abra la billetera a la Argentina antes de que levante el cepo cambiario”, advierte. “El FMI tiene que presionar a la Argentina para que levante el cepo ya”, señala. “Decir que a la Argentina le va bien porque bajó el riesgo país es totalmente equivocado”, sostiene. “No levantan el cepo porque éste es un gobierno en el que el marco conceptual de los que dirigen la economía no es muy sólido”, cuestiona. “Sin cepo, no habrá corrida. Se notarán los frutos en el corto plazo”, asegura. “Éste es el lado más débil del gobierno: ha decidido bajar el gasto público en una forma muy fácil, que es pisando las jubilaciones”, analiza. “Para economistas que conocen del tema, es relativamente fácil cortar gasto improductivo en vez de pisar las jubilaciones”, plantea. “La calidad del ajuste es importante. Al tenedor de bonos no le importa la calidad del ajuste”, precisa. “Los mercados son bastante miopes a veces en el sentido de no ahondar en la sostenibilidad de la política fiscal. Lo que ellos ven es que si hay espacio fiscal hoy, van a recibir dinero y si reciben dinero, baja el riesgo país”, agrega. “La Argentina no está en una trayectoria que sea conducente al crecimiento”, alerta. “La expansión económica no genera ningún riesgo de inflación siempre y cuando, repito, se continúe con esta política de no emitir para financiar al Tesoro y de seguir reduciendo el déficit fiscal en una forma más sostenida”, analiza. “Hay una contribución muy importante y positiva de la administración de Milei: esta idea de que la inflación tiene un origen fiscal y que es fogoneada por la emisión monetaria”, concluye.

El economista Martín Uribe, uno de los macroeconomistas más respetados de la Argentina y entre los de mayor proyección internacional, estuvo en La Repregunta. Uribe es especialista en economía internacional y monetaria. Es profesor de Economía en la Universidad de Columbia, en Nueva York, Estados Unidos, donde ha desarrollado su carrera desde hace treinta y cinco años. También fue profesor en la Universidad de Pensilvania y en Duke University. Fue economista en la División de Finanzas Internacionales de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED). Estudió economía en la Universidad de Córdoba y tiene una maestría por el CEMA. Es Doctor en Economía por la Universidad de Chicago.

Clase media, inflación, ajuste, cepo, tasa de interés y el perfil técnico del gobierno: Uribe hizo su análisis, por momentos, muy crítico. Aquí, la entrevista completa.

Economía de Milei. ¿Quién gana y quién pierde? De los mercados a la clase media
-Hay una conversación y una preocupación de la opinión pública que se va instalando y va ocupando mayor espacio en relación a que la clase media está muy golpeada, comparado con otros sectores. En Wall Street, suben las acciones de las empresas argentinas y suben, también, los bonos argentinos: hay un reconocimiento de la política económica del gobierno por parte del mercado. Al mismo tiempo, la gente común vive otra realidad. ¿Esta percepción generalizada es real? ¿Hay quienes están ganando y otros que están saliendo muy perjudicados, al menos en estos primeros meses de gestión económica del Gobierno?

-El mero hecho de que la inflación se esté desacelerando significa que los sectores más desprotegidos de la economía, aquellos que no tienen ningún tipo de bancarización, el sector por debajo de la clase media, se están beneficiando más directamente. Toda la sociedad se beneficia porque, en cierta forma, todos tenemos cierto grado de desprotección, pero la gente de los estratos más bajos es la que más se beneficia. Ahora, es cierto lo que planteás, eso de que en este proceso hay perdedores. El Gobierno ha elegido bajar la inflación, esencialmente, pisando las jubilaciones y pisando la obra pública. Entonces, hay sectores que están perdiendo fuertemente con este ajuste brutal. Ése es el lado más débil del gobierno: ha decidido bajar el gasto público en una forma muy fácil, que es pisando las jubilaciones.

-Usted señala que los beneficiados son los sectores populares, los pobres, los que están por debajo del nivel de la pobreza. ¿Pero qué pasa con el beneficio de los mercados?

-Los mercados han tenido un florecimiento en estos cien días de gobierno de Milei. Hemos visto un aumento en el precio de los activos pero el gobierno argentino no está pagando, todavía no ha desembolsado ni un dólar. Seguimos sin pagar nada, igual que antes. El riesgo país ha bajado porque hay una perspectiva de que, con una solución del problema fiscal, el Gobierno va a tener recursos para ir pagando los intereses de capital que se vayan devengando. Pero hasta el momento, ha habido un beneficio de los tenedores de bonos extranjeros por un aumento en el precio pero no es que han recibido recursos de la República Argentina en términos de pagos de intereses de capital.

Gobierno libertario con cepo. ¿El rey desnudo al que nadie se le anima?
-Si uno compara esas dos puntas del espectro social, los sectores más empobrecidos y por otro lado, los sectores que se benefician, al menos en el precio de sus tenencias aunque no estén recibiendo dinero todavía, ¿se podría argumentar que la inflación algo más controlada beneficia a esos sectores empobrecidos pero, al mismo tiempo, la falta de actividad económica implica que también circula menos trabajo y menos menos dinero en la calle?

-Sí, eso es cierto. Un grave problema de este programa de estabilización es que ha dejado a la economía encorsetada igual que antes. La economía argentina hoy tiene el mismo cepo cambiario que tenía durante el kirchnerismo. El cepo cambiario es uno de los impedimentos más grandes que ha tenido la Argentina para crecer en los últimos quince años. La Argentina no solamente no ha crecido: en los últimos diez años, la Argentina ha tenido una regresión. El Producto Bruto per cápita es 10 por ciento más bajo que hace quince años mientras que en un país normal, el Producto Bruto per cápita crece al 2 por ciento por año. Es inentendible por qué sigue vigente el cepo cambiario. Esa es la gran diferencia entre un gobierno de ideología libertaria y un gobierno de ideología liberal. Un gobierno de ideología libertaria tiene el estómago para mantener el cepo cambiario por 120 días. Todavía no ha tocado nada del cepo cambiario. Un gobierno liberal no hubiese mantenido el cepo cambiario ni por un día. Yo, personalmente, creo que el cepo cambiario se tiene que levantar inmediatamente porque es lo que le está poniendo freno al crecimiento argentino. Pero veo que nosotros, los economistas argentinos, estamos padeciendo una especie de síndrome del rey desnudo: vemos que el rey está desnudo y no hacemos nada. Usted le pregunta a los economistas de todo el arco ideológico argentino, desde el kirchnerismo hasta Milei mismo, pasando por los economistas moderados, todos dicen que el cepo cambiario no se puede eliminar. A mi parecer, es inentendible. Cuando estábamos con el gobierno de Fernández, decían que no se podía levantar porque la emisión monetaria estaba financiando el 6 por ciento del Producto Bruto. Ahora no hay emisión monetaria; la emisión monetaria para financiar el gobierno es cero. Pero ahora se dice que no se puede levantar porque la tasa real de interés es negativa, etcétera, etcétera. Estamos enfrascados en creer que el cepo cambiario no se puede cambiar. Eso nos pone en una situación muy mala. En el mundo, hay solamente veinticuatro países con cepos cambiarios. De esos países, sólo catorce tienen una brecha cambiaria por encima del 10 por ciento: o sea, estamos en un club de sólo catorce países que incluyen países como Líbano, Siria, Irán, Congo, Birmania, Burundi, Yemen, Algeria, Nigeria. Estamos en un club, macroeconómicamente hablando, pésimo. Estamos en lo peor de lo peor en términos de política macroeconómica y todavía creemos que no podemos salir del cepo.

"Éste es el lado más débil del gobierno: ha decidido bajar el gasto público en una forma muy fácil, que es pisando las jubilaciones"
-Quiero entender porque está diciendo algo muy fundamental. ¿Primero, quién o qué sería el rey desnudo?

-El rey desnudo es esta distorsión fenomenal que tenemos en la economía: el cepo cambiario distorsiona todos los mercados que tengan un componente de comercialización internacional. Distorsiona el mercado agrícola, todos los mercados de las economías regionales, toda la industria argentina que necesita insumos para la importación. El cepo es una distorsión fenomenal que le impide a un país crecer. Lo tenemos al frente de nuestros ojos y no lo vemos: ése es el rey desnudo.

Cepo: libertarios versus liberales. ¿El FMI debe mandar fondos frescos ya… o todo lo contrario?
-Ahora, usted plantea otra cosa: una oposición entre una economía verdaderamente liberal y una libertaria y en ese punto, que la economía libertaria no hace lo que debería hacer, que es abrir la economía y levantar ese cepo. ¿Por qué dice que la economía liberal se diferencia de la libertaria en ese punto de la apertura?

-Porque un economista liberal sabe de la importancia de liberar los mercados que funcionan bien. El mercado agrícola funciona bien. Los mercados de las economías regionales, el mercado del vino, el mercado del limón, son todos mercados que funcionan más o menos bien. Los mercados que tienen que ver con productos industrializados en el mundo funcionan bien. Y un liberal nunca encorsetaría a esos mercados en la forma en la que la Argentina los encorseta: en ese club de países que describí, la Argentina es el que tiene el cepo más restrictivo. Un economista libertario, en cambio, tiene estómago; no tiene ningún problema teniendo un cepo.

¿Qué quiere decir que “tiene estómago”? Porque el sentido común que se viene instalando es que el libertario está dispuesto a redoblar apuestas en contra del Estado para dar libertades, inclusive las libertades más impensadas que un liberal no tomaría. ¿Entonces, por qué tiene estómago para retener y para encorsetar la economía?

-Eso no es así porque los libertarios, en este momento en la Argentina, tienen el cepo cambiario: peor limitación a la libertad económica que un cepo cambiario no hay. Ahora, ¿por qué lo hacen? Para mí es inexplicable, pero puedo dar dos razones posibles. Una, la falta de un marco conceptual claro: éste es un gobierno en el que el marco conceptual de los que dirigen la economía no es muy sólido. Una cosa es ser un trader en Nueva York y otra cosa es ser un economista con un marco conceptual macroeconómico sólido. Eso no existe en este momento.

-Hay colegas suyos, macroeconomistas argentinos y latinoamericanos que tienen una mirada distinta a la suya. Usted se está refiriendo directamente al ministro de Economía, Luis Caputo. Muchos de sus colegas no lo consideran un trader, meramente. Su mirada, en cambio, es muy crítica en ese punto.

-Yo difiero. Por ejemplo, que un libertario diga que se necesitan 15 mil millones de dólares para levantar el cepo cambiario es una contradicción de términos: es decir “yo libero un mercado solamente si me dan 15 mil millones de dólares”. Personalmente, espero que el Fondo Monetario no le abra la billetera a la Argentina antes de que levante el cepo cambiario: si le abre la billetera antes de que levante ese programa, le van a dar 15 mil millones de dólares y van a seguir dando vueltas. Si el Fondo quiere financiar a la Argentina con dinero fresco, que lo haga. No tengo ningún problema con eso, pero que lo haga como un premio por levantar el cepo cambiario, no como un prerrequisito o como un incentivo a que se levante el cepo cambiario. Una vez que un país deja de emitir para financiar al fisco y al Tesoro, y en ese aspecto le doy al gobierno todo el crédito que se merece, está en territorio firme como para levantar el cepo cambiario y pasar a utilizar la tasa de interés como instrumento de política monetaria, que es lo que hacen todos los países de la región. En nuestra región no hay ningún país que tenga cepo cambiario. Estoy hablando del vecindario cercano, los países limítrofes, quitando a Bolivia, que ahora ha entrado en una situación muy complicada en términos cambiarios. Pero no existe ninguna razón macroeconómica para no levantar el cepo en este momento.

El ministro de Economía, Luis Caputo
El ministro de Economía, Luis Caputo
Santiago Filipuzzi
La Argentina sin cepo. ¿Hay riesgo de corrida cambiaria? Emisión cero y tasa de interés a la baja, ¿las claves?
-Hay quienes sostienen que levantar el cepo en este momento podría generar una corrida cambiaria. ¿Usted no ve esa posibilidad?

-Yo no veo esa posibilidad. Los economistas que creen en eso dicen que habría una corrida de la deuda que emite el Banco Central a dólares. Entonces, la gente se desprendería de esos papeles, pases, y se iría el dólar. Eso no es así. Cuando se argumenta que esos pases tienen en este momento tasa de interés negativa gracias al cepo, yo les recuerdo que los papeles que emite el Banco Central siempre, tradicionalmente, han tenido tasa de interés real negativa. ¿Por qué? Porque el único papel que existe en la Argentina denominado en pesos que tiene riesgo de default nominal cero son los pases y las leliqs. En estos momentos, hay más pasos que leliqs. Es un instrumento extremadamente seguro: en términos nominales, tiene cero de default risk y es líquido, o sea, los bancos lo usan para hacer transacciones, para pasar recursos de un banco al otro. Es lógico que tenga tasa de interés real negativa. A los que tienen esos temores de corrida, yo les digo que no va a ocurrir si se levanta el cepo.

-El gobierno viene bajando la tasa de interés. Eso tiene efectos negativos, por ejemplo, en la clase media que en cada crisis argentina intenta protegerse de alguna manera poniendo su plata en plazos fijos que igualen o superen a la inflación, o en dólares, que se revaloricen contra el peso. Ninguna de las dos cosas está sucediendo. Al mismo tiempo, el FMI le pide al Gobierno que suba la tasa. ¿Cómo ve esa lógica? ¿Cuál es la dinámica de la tasa de interés actual y los efectos que tiene? ¿Y cuál debería ser esa lógica?

-Vuelvo a lo mismo: en la Argentina, es imposible dar ninguna discusión que no esté enmarcada dentro de una situación de cepo cambiario. Una vez que el Banco Central deja de emitir para financiar al fisco, me parece una política correcta comenzar con una tasa de interés que tenga una trayectoria declinante. ¿Por qué? Porque si seguimos con esta política de emisión cero para financiar al Tesoro, eventualmente el país va a tener una tasa de interés similar a la de Chile o la de Uruguay. Por lo tanto, en algún momento la tasa de interés se tiene que embarcar en una trayectoria declinante. Es conveniente tener una trayectoria descendente de la tasa de interés pero podría haber sido un poco más gradual. En cambio, el Banco Central está eligiendo no hacer ningún cambio por un mes y después, hacer cambios grandes cada un mes. Yo hubiese ido más gradualmente. Pero no estoy en desacuerdo con una tasa de interés declinante.

-¿Por qué el FMI está esperando otra cosa y sugiere que el Gobierno tiene que mejorar la calidad del ajuste y corregir la tasa de interés, pero hacia arriba? ¿Qué quiere decir esa recomendación?

-Estoy de acuerdo con el Fondo en que la calidad del ajuste tiene que ser mejorada. El gasto público argentino es de muy mala calidad. Es relativamente fácil, y cuando yo digo “fácil”, me estoy refiriendo a que es fácil como es fácil para un cirujano operar un corazón. No estoy diciendo que es fácil para cualquiera pero para economistas que conocen del tema, es relativamente fácil cortar gasto improductivo en vez de pisar las jubilaciones.

-Con esa afirmación, otra vez está planteando su mirada crítica sobre quien lidera el proceso económico: ¿la mirada del ministro de Economía no es la de un economista que conoce cómo recortar quirúrgicamente el gasto público?

-Hasta ahora, lo que nos ha mostrado, es que han apelado a lo fácil. Yo espero que se hagan de economistas que sepan cómo hacer ese trabajo tedioso de ir bajando el gasto día a día.

"Hay una contribución muy importante y positiva de la administración de Milei: esta idea de que la inflación tiene un origen fiscal y que es fogoneada por la emisión monetaria"
-¿Hoy existen esos economistas en la Argentina?

-Sí, la profesión económica en la Argentina tiene integrantes de primer nivel, gente que yo admiro mucho.

-Pero los economistas también han sido corresponsables de las crisis económicas cíclicas de la Argentina.

-No creo que los economistas hayan sido corresponsables. Quizás ha habido un poco de impericia en alguna administración, pero creo que, fundamentalmente, es una cuestión política. Por eso siempre digo que hay una contribución muy importante y positiva de la administración de Milei: es esta idea de que el crecimiento tiene que ser liderado por el sector público, que la inflación tiene un origen fiscal y que es fogoneada por la emisión monetaria. En eso, hay que darle crédito a este Gobierno: es una contribución muy positiva. Respecto de la tasa de interés y el FMI, el Fondo Monetario tiene esta idea clásica de que hay que levantar la tasa de interés para que el tipo de cambio no se dispare: ésa es una visión equivocada del Fondo. El FMI sí tiene que insistir en mejorar la calidad del ajuste y en que el Gobierno siga con la política de emisión cero para financiar al fisco. En relación con la tasa de interés, lo que el Fondo Monetario debería aconsejar es una trayectoria de normalización de tasas, que las tasas de interés vayan hacia la baja. Fundamentalmente, el Fondo Monetario tiene que presionar al Gobierno para que haga una cosa: levantar el cepo cambiario de una vez. Sólo nosotros porque estamos en Argentina y no lo vemos porque desde hace ya quince años, o mínimo doce años, que estamos con el cepo cambiario, lo hemos asumido como una especie de normalización: es ese rey desnudo que no vemos. Pero no nos damos cuenta de que el cepo cambiario realmente nos impide crecer y de que no vamos a crecer mientras tengamos este tipo de corsets en la economía.

La Argentina sin cepo. ¿Más riesgos para la clase media? ¿O camino de crecimiento?
-Usted señala como algo positivo el ajuste decidido por el gobierno y esa matriz conceptual de una política fiscal sana, pero eso ha tenido impacto en el bolsillo de la gente. Por otro lado, habla de una baja de la tasa de interés como algo positivo, pero también tiene impacto en la gente que no sabe dónde poner su dinero para protegerse un poquito frente a la inflación que sigue aunque esté a la baja. Y también plantea que el cepo debería levantarse ya. La pregunta es: ¿no puede impactar otra vez negativamente en el bolsillo de la gente, por lo menos en el corto plazo, condicionando mucho a la clase media, con resultados positivos que quizás tarden en llegar?

-Si el gobierno continúa con su disciplina monetaria, sin emitir para financiar al Tesoro, el levantamiento del cepo no va a llevar a una corrida cambiaria y, al mismo, tiempo va a liberar fuerzas económicas que están totalmente restringidas. Por ejemplo, la producción del agro va a crecer fuertemente; la producción de las economías regionales, que están muy deprimidas, va a mostrar una mejora rápidamente. Inclusive, la actividad industrial, que hoy está forzada a funcionar prácticamente sin insumos importados, porque es muy difícil funcionar de esa forma. Yendo a ese tema de no ver el lado positivo de levantar el cepo cambiario, el lado positivo de levantar el cepo cambiario no es solamente garantizar crecimiento a largo plazo: esos frutos se van a ver ya no digo en el mediano plazo sino, inclusive, en el corto plazo.

-¿Eso no contradice la lógica del gobierno de que una recesión, una baja de la actividad económica, es fundamental para mantener bajo el consumo y no generar inflación? Si se reactiva tan rápidamente la economía, ¿no puede volver otra vez la inflación al alza, porque inflación ya hay hoy?

-No. La expansión económica no genera ningún riesgo de inflación siempre y cuando, repito, se continúe con esta política de no emitir para financiar al Tesoro y de seguir reduciendo el déficit fiscal en una forma más sostenida que la que está haciendo el Gobierno ahora. La reducción del déficit fiscal actual es pésima por eso me refería a saber hacer las cosas. La expansión real de la economía, la expansión de la actividad económica, no pone a la economía para nada en riesgo de inflación.

"No levantan el cepo porque éste es un gobierno en el que el marco conceptual de los que dirigen la economía no es muy sólido"
¿Por qué los mercados premian al gobierno de Milei? Suba de acciones y de bonos y caída del riesgo país, ¿una buena noticia?

-Por un lado, usted hace un reconocimiento positivo de algunos puntos de la política económica actual y por el otro, tiene una mirada muy crítica. Ahora, ¿por qué el mercado está premiando con una mejora de los precios de los activos o de los bonos a esta economía tan crítica, según su mirada? ¿Qué está viendo el mercado que quizás no coincide con su mirada?

-Si vos sos un extranjero tenedor de bonos, por ejemplo, ¿qué querés?

-Plata.

-Vos querés plata, querés que te paguen. Para eso, el gobierno necesita generar superávits fiscales. Como tenedor extranjero, no te interesa cómo lo logra el gobierno, si lo hace pisando la jubilación o la obra pública. Cuando los puentes se empiecen a caer, las rutas tengan pozos tan grandes que la gente se mate más todavía y los puertos empiecen a fallar, los argentinos lo vamos a sufrir. Ahora, mientras el Gobierno genere un superávit fiscal y a vos, tenedor extranjero, te paguen los intereses y el capital de tus activos, el precio de esos activos va a subir. Por lo tanto, decir que la Argentina va bien porque bajó el riesgo país es totalmente equivocado: eso es un reflejo parcial de lo que está pasando en el país. La calidad del ajuste es importante. Al tenedor de bonos no le importa la calidad del ajuste.

-No le importa siempre y cuando pueda sostenerse el Gobierno en el poder. ¿Esa gobernabilidad no depende del bienestar del ciudadano común? ¿No mira eso el tenedor de bonos?

-Los mercados son bastante miopes a veces en el sentido de no ahondar en la sostenibilidad de la política fiscal. Lo que ellos ven es que si hay espacio fiscal hoy, van a recibir dinero y si reciben dinero, baja el riesgo país. El mercado es miope no en el sentido de que los inversores no son racionales sino en que la posibilidad de default de corto plazo tiene un efecto de primer orden en el precio de los activos: en ese sentido parecería miope; no estoy diciendo que son irracionales. Aunque sea insostenible el mejoramiento de las cuentas fiscales, eso se refleja en los precios de los activos. Pero no quiere decir que esa medida sea una buena medida de cómo van las cosas en la Argentina; es una medida parcial.

-El Gobierno destaca esa alegría de los mercados que lo premia con mejores precios de sus de los activos argentinos y de los bonos. También festeja algunas variables macroeconómicas como el nivel de las reservas, por ejemplo, o la tendencia a la baja de la inflación. Según su perspectivas, esos datos no necesariamente están hablando de un saneamiento estructural de la economía de la Argentina, de un saneamiento sostenible.

-En este momento, la Argentina no está en una trayectoria que sea conducente al crecimiento. Todavía tenemos un Estado totalmente ineficiente y tenemos encorsetada a la economía. Pero hay progresos como los que señalé. Es importante tener una mirada balanceada. Hay que darle crédito al gobierno por las cosas que está haciendo bien y enmarcar las cosas que están mal.